#26M Nuevas tasas o la guerra contra el “turismo de bocadillo”, entre las medidas de las candidaturas para el sector

#26M Nuevas tasas o la guerra contra el “turismo de bocadillo”, entre las medidas de las candidaturas para el sector

  • El aumento de la oferta y la diversidad de opciones para el visitante (más allá de bastiones intocables como la Alhambra o el Albaicín) es idea común de todos los partidos
  • No faltan contrastes entre las diferentes propuestas: algunas, como las de Podemos IU Adelante o el PSOE, más centradas en la lucha contra la ‘turistificación’ o el impulso de tasas, y otras, encauzadas casi al 100% a la lucha contra el “turismo de bocadillo”, como es el caso del PP

Con las cifras turísticas batiendo sus propias marcas cada año en Granada, que superó los 3 millones de visitantes el pasado año, el sector del turismo y sus modelos de gestión ocupan una importante porción del capítulo de medidas programáticas de los principales partidos de cara a las elecciones municipales del ‘26M’.

El aumento de la oferta y la diversidad de opciones para el visitante (más allá de bastiones intocables como la Alhambra o el Albaicín) es idea común, aunque no faltan contrastes entre las diferentes concepciones de turismo. Algunas, como las de Podemos IU Adelante o el PSOE, más centradas en la problemática de la ‘turistificación’ o en el impulso de tasas, y otras, encauzadas casi al 100% a la batalla contra el “turismo de bocadillo”, como es el caso del PP.

Desde el PSOE, el candidato a continuar como alcalde, Francisco Cuenca, ha incorporado la tasa turística a la campaña, política recaudatoria para aprovechar la fuerza del sector e invertir los ingresos en la mejora de los servicios de Albaicín, Sacromonte o Realejo, aquellos barrios que “más sufren el impacto del turismo”, en palabras del propio candidato.

El término ‘turistificación’ entra así en la agenda previa a elecciones del PSOE, que ha prometido medidas de cara a garantizar la “convivencia” entre las necesidades del turismo y la habitabilidad de los barrios para los propios vecinos, en ocasiones perjudicados por la masificación de visitantes.

En dicha línea, los socialistas contemplan la declaración de ‘zonas saturadas’, especialmente en los barrios históricos, con el fin de evitar la proliferación de viviendas turísticas, muchas de ellas asociadas a plataformas como Airbnb.

El Partido Popular ha marcado un punto principal en su batería de medidas de contenido turístico: el aumento de las pernoctaciones y el gasto de los visitantes en la ciudad.

La candidatura de Sebastián Pérez ha declarado la guerra al “turismo de bocadillo”, es decir, aquel consistente en rutas cerradas a la Alhambra que llegan en autocar desde otras capitales andaluzas, “como Málaga o Sevilla”, para realizar una visita ‘exprés’ y retornan después a las ciudades de procedencia, disminuyendo el impacto económico en Granada.

Los populares proponen incluso el contundente cierre del parking de la Alhambra para acabar con este tipo de itinerarios y obligar a los turistas a recorrer la ciudad a pie “o en taxi” en su aproximación al monumento. Entienden que así aumentaría el gasto de los visitantes en establecimientos granadinos, al igual que el tiempo de estancia y pernocta.

También prometen la creación de una “gran oficia turística” y la agenda única de eventos con el objetivo de mejorar la atención a los turistas y diversificar sus opciones de visita en la ciudad.

Ciudadanos, por su parte, asevera que la economía apoyada en el turismo y los servicios forma parte “de la tradición de Granada”.

El programa de la candidatura de Luis Salvador entiende que la ciudad debe mejorar la calidad del sector a través de la “sostenibilidad y desestacionalización”. Su decálogo de propuestas en este capítulo contempla una promoción más amplia de nuevas rutas turísticas más allá de las habituales, la optimización de las infraestructuras como el Palacio de Congresos, que consideran ha de ser “más dinámico”, además de un aumento de la calidad del “producto turístico”, para incrementar el número de pymes del sector y la fidelización de los visitantes.

Los naranjas mencionan también la regulación de las viviendas turísticas como una necesidad con la que combatir “la competencia desleal”.

Es la confluencia Podemos IU Adelante la que proyecta un marco de mayor intervención regulatoria sobre el turismo. Incorporan a su programa, de forma expresa, “la solicitud al Gobierno regional de implantación de una tasa turística en Granada”, que entienden, serviría para invertir en la sostenibilidad del propio sector y la ejecución de políticas medioambientales.

La candidatura de Antonio Cambril enfoca una parte de su programa al impulso de medidas contra la ‘turistificación’ de los barrios históricos. Con el fin de evitar su proliferación, proponen acotar y aumentar la inspección sobre las viviendas turísticas, que entienden que dificultan la habitabilidad de los vecinos.

Por otra parte, defienden que el sector en su modelo actual está agotado y necesita una revisión, a través de la aprobación del Plan de Excelencia Turística que proyecta “exigencias” a los empresarios de hostelería y turismo para que mejoren la estabilidad y calidad de los contratos de sus empleados, el beneficio al comercio local sobre las grandes marcas de los ‘lobbies turísticos’ o la diversificación de la oferta a través de la apuesta por las visitas de congresos o el turismo de caravana, que consideran “altamente sostenible y en auge” y para el que habilitarían nuevos espacios de estacionamiento en la ciudad.

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