Aparecen la figura de otro aristócrata en el mosaico de caza de Salar y restos de la Villa del siglo I

Aparecen la figura de otro aristócrata en el mosaico de caza de Salar y restos de la Villa del siglo I

La quinta fase de excavaciones de la Villa Romana de Salar, finalizada este pasado viernes tras un mes de trabajo de 18 arqueólogos, entre personal técnico y voluntariado, este año confinados en el pueblo tras dar todos negativos en covid-19, ha descubierto la figura de otro aristócrata, un jinete que es atacado por una leona, en el mosaico de caza en el que el verano pasado ya apareció la representación del que se consideró ‘dominus’ de la finca.

Han aparecido también restos de la estructura de la Villa Romana que precedió en el siglo I a la ya datada en anteriores excavaciones, según ha detallado el arqueólogo de la Universidad de Granada y director de los trabajos, Julio Román.

La figura está junto a la que se consideró la representación del ‘dominus’ que ya apareció el año pasado al modo de un «héroe griego». Julio Román ha expuesto la satisfacción del equipo por haber conseguido «los objetivos que perseguía», concluyendo las labores con una jornada de trabajo este viernes, en que se ha limpiado todo lo descubierto para que los restauradores desarrollen su tarea a partir de ahora en este mismo emplazamiento.

Entre sus cometidos, está previsto que consoliden ‘in situ’ una tinaja de la fase tardoantigua de la Villa Romana, que se conserva desde 2013 debajo de uno de los muros, y en la que los arqueólogos han trabajado este agosto al objeto de extraerla en su integridad y tratar de prepararla para su muestra. El objetivo es que la visita a este enclave pueda verse enriquecida también con la exposición de «elementos muebles».

En cuanto al alcance que pueden suponer para el municipio –que, con unos 2.600 habitantes, tiene en estos yacimientos su puntal más importante para un desarrollo sostenible apoyado en el turismo– los trabajos de este año, Román ha explicado que los restos de la Villa Romana «previa», que se remontaría a las dos primeras décadas del siglo I, suponen la «certeza material y estructural» de su existencia.

Era de carácter rústico, enfocada a las actividades agrícolas, y fue «arrasada» para la construcción de la Villa Romana del siglo IV, que fue «más monumental» y cuyos restos constituyen el punto fuerte del yacimiento.

Los trabajos de este año han incluido catas fuera del que ha sido hasta la fecha el perímetro de la excavación, que se ampliaría en 2021, al igual que la cubierta que ha protegido las tareas de los científicos hasta ahora.

En resolución de 6 de marzo de 2020 publicada en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, se incoó «el procedimiento para la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural del yacimiento de la Villa Romana de Salar con la tipología de Zona Arqueológica».

Este trámite permite solicitar una serie de subvenciones, entre las que destaca la petición del 1,5 por ciento cultural al Gobierno para poder seguir desarrollando excavaciones en la zona.

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