Canal Sur: ¿El NODO de Bendodo?

Decía Winston Churchill que la primera víctima de la guerra era la verdad; lo decía, además, con conocimiento de causa, pues hubo de recurrir con frecuencia a la mentira para proteger la unidad de las potencias aliadas y, sobre todo, para ocultar los crímenes genocidas del régimen soviético. De nuevo en el siglo XXI, otra guerra iniciada por un psicópata, vuelve a poner de triste actualidad la anterior afirmación

Pero no cometeré la osadía de someterles a mis disquisiciones sobre un asunto tan enormemente complejo como lo es esta miserable, injusta y salvaje invasión. En esta columna me voy a limitar a reflexionar sobre lo maltratada que está la verdad, hoy en día, en los medios de comunicación.

Sirva como espoleta la sanción impuesta por parte de Canal Sur a su redactor de informativos del centro territorial de Granada, José Luis Mendoza, por el incidente ocurrido el pasado 31 de octubre, con el responsable de comunicación del PP de Granada, Juan Manuel Fernández, en una rueda de prensa convocada por esta formación política que se ha saldado con la apertura de un expediente disciplinario, al periodista de la televisión pública andaluza y su suspensión, por una falta muy grave, de 21 días sin empleo y sueldo.

Sin entrar a valorar las diferentes versiones que sobre los hechos aportan, tanto el sancionado, como el responsable de comunicación del PP, estas líneas pretenden hacer constar mi rechazo, con la práctica habitual entre diferentes partidos políticos, de remitir a los medios de comunicación sus convocatorias de prensa, sin explicitar el motivo de las mismas, lo que impide a los profesionales de la información poder preparar dicha comparecencia y documentarse sobre el asunto en cuestión.

Dicha práctica, en la que radica el origen el incidente que ha concluido con la grave sanción a José Luis Mendoza, atenta gravemente contra las buenas prácticas en el ejercicio del periodismo y limita el derecho de la ciudadanía a recibir información rigurosa y veraz, algo que solo puede garantizar el profesional que va a informar sobre la convocatoria en cuestión, para lo cual necesita conocer previamente el objeto de la misma.

Pero es que la cosa va mucho más allá, como lo demuestran algunas de las «prácticas» que se están imponiendo en los informativos de la RTVA, como es la prohibición a los redactores de las siete provincias ajenas a Sevilla, de elaborar las piezas de contenido político y ámbito regional -a diferencia del resto-, que se editan en la sede central tras recibir el bruto con la intervención de los convocantes.

Semejante procedimiento, además de un inaceptable desprecio hacia el trabajo de los compañeros de las redacciones provinciales de la cadena, levanta serias sospechas de posible manipulación de esos contenidos que se elaboran en la redacción de Sevilla y por lo tanto fuera de todo contexto.

Pero es que además, tan insólito procedimiento, podría abrir la puerta a la eliminación, o a una drástica reducción de la plantilla de redactores en las delegaciones territoriales de la cadena, toda vez que si los brutos de las informaciones políticas se envían íntegros para su elaboración por la redacción central de Sevilla, sin intervención alguna de los redactores de «provincias», cabría la tentación de amortizar muchos de esos puestos de trabajo

Ante semejante estado de cosas, el Consejo Profesional de la RTVA, órgano que vela por el cumplimiento del código deontológico y el derecho a la información en el ente público andaluz, ha protestado por la “continua manipulación” en los informativos, que vulneran su veracidad e independencia, compartiendo su exigencia de devolver la dignidad a los profesionales, la cual se ve claramente menoscabada por este tipo de prácticas.

Es cierto que la «tentación» de controlar los contenidos informativos de los medios públicos, ha existido siempre, sea quien sea, quien haya estado en el poder, pero no lo es menos que con el actual mapa informativo, local, regional y nacional, la neutralidad e imparcialidad de los medios públicos, es más necesaria que nunca.

Dicen las malas lenguas que en el seno de la propia casa, llaman a Canal Sur  «el NODO de Bendodo», en clara alusión al férreo control que el todopoderoso consejero de Presidencia, ejerce sobre los contenidos de la radio televisión pública de Andalucía que incluso, aseguran, es más descarado que el que en su día ejercieran antecesores en su cargo como Gaspar Zarrías.

Sirva todo lo anterior para reivindicar medios de comunicación libres e independientes que permitan a la ciudadanía tomar decisiones con conocimiento de causa, exigir responsabilidades a los dirigentes y escuchar una diversidad de opiniones, todo ello libre de la influencia de los gobiernos, sean del signo que sean.

Los periodistas debemos poder cuestionar a los funcionarios elegidos, a veces vehementemente, y plantear cuestiones controvertidas sin temor a represalias, porque como dijo el pasado 2 de mayo el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken: «La información y el conocimiento son herramientas muy poderosas y una prensa libre e independiente es la institución fundamental que conecta al público con la información que necesita para defender sus intereses, tomar decisiones informadas y hacer que los funcionarios públicos rindan cuentas”.

Porque no se nos olvide que unos medios de comunicación independientes deben incluir una diversidad de voces y opiniones, no solo las que los políticos quieren que se cubran… Lo demás, o sea, lo que lamentablemente estamos viviendo cada vez con más frecuencia en nuestro país, es pura propaganda.

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