Coronavirus

Muy posiblemente la Pandemia por CORONAVIRUS vaya a ser la experiencia colectiva más grave que vayamos a vivir, y es seguro que va a provocar un enorme impacto en nuestras vidas y en la sociedad, economía, política,… a nivel mundial.

Según los datos oficiales, en España estamos ya rondando los 25.000 muertos y son más de 190.000 en el mundo En este sentido, las cifras oficiales proporcionadas por el gobierno chino son absolutamente inverosímiles.

No estamos en Guerra, aunque la situación se puede asimilar a un contexto de conflicto bélico: reducción de derechos civiles, movilización del ejército, cambio de la actividad industrial hacia la producción de bienes destinados a responder la emergencia nacional, cambios en la logística y distribución de bienes y servicios,…

Vuelvo a hacer un reconocimiento a todas las personas y colectivos que están y han estado en primera fila luchando contra la pandemia para protegernos y ayudarnos (sanitarios, fuerzas de seguridad del estado, ejército, bomberos,…) y extenderlo al resto que nos están facilitando nuestra vida (transportistas, servicios de aguas y energía, informáticos, comercios de alimentación,…).

A nivel de sociedad española, nos debemos sentir orgullosos de nuestra respuesta colectiva. Hemos demostrado en nuestra inmensa mayoría (siempre hay descerebrados insolidarios, pero son una minoría) que somos una sociedad fuerte, solidaria y cohesionada. Los servicios e infraestructuras fundamentales han seguido funcionando perfectamente a pesar de la difícil situación.

En el caso de los políticos, desgraciadamente no todos han sido así.

Los ayuntamientos por lo general, dentro de sus limitaciones económicas y materiales, han prestado un buen funcionamiento al servicio de los ciudadanos. Como ejemplo positivo, el Ayuntamiento de Granada actuó con rapidez y eficacia: suspensión inmediata de todas las actividades colectivas; dotación a los servicios mínimos (policía bomberos, trabajadores de ayuda a domicilio,…) de material de protección; facilitar la telegestión de procedimientos administrativos; refuerzo del servicio de teleasistencia; habilitación del Pabellón Paquillo Fernández primeramente y después del Palacio de Deportes para atender a personas sin hogar; garantizar comida y asistencia a personas vulnerables; distribución de ayudas económicas familiares; acuerdo con los taxistas para el transporte del personal sanitario; desinfección diaria de calles, mobiliario y transportes públicos; ayuda a las empresas granadinas mediante el pago de facturas atrasadas a pesar de la grave situación económica municipal heredada; ampliación del plazo de pago de impuestos municipales,…

En Andalucía, respecto al conjunto de España, parece que la pandemia ha tenido un impacto menor. Somos el 17,7% de la población española, pero los muertos (datos oficiales) representan solo el 4-5% de los fallecidos. Posiblemente una mejor gestión de nuestros recursos sanitarios que en otras comunidades, unido quizás a nuestro modo de vida, a que el transporte colectivo es usado de forma menos concurrida, nuestros ancianos siguen teniendo una mayor relación familiar,… hayan facilitado que no se produzca el colapso de nuestros servicios sanitarios.

Quienes han demostrado no estar a la altura de las circunstancias ha sido el macrogobierno de España. En su defensa hay que señalar que prácticamente todos los gobiernos del mundo han ido a remolque de las circunstancia. Pero en nuestro caso, a ello hay que unirle que en vez de tener un gobierno anteponiendo el interés y la salud de los españoles, ellos han dado prioridad a sus dogmatismos ideológicos (manifestaciones del 8-M, buscar una salida antifascista a la crisis ¿?, republicanismo activo, crítica a las empresas que aportan ayudas, control y compra mediante ayudas económicas de los medios de comunicación, intento de nacionalización de la economía española, luchas internas por controlar los poderes del estado, atacar a la oposición,…), unido a una pésima gestión de los recursos públicos (medidas deslavazadas, incapacidad para abastecer del material necesario, incapacidad para coordinar la acción de las comunidades autónomas,…).

Los populistas de derechas tampoco han estado a la altura (negación a unirse a una acción unitaria por el bien del país, proponer que los inmigrantes ilegales no reciban asistencia sanitaria con lo que se convertirían en un foco de propagación incontrolada de la pandemia,…)

Por todo lo expuesto, creo que hay que cambiar el actual gobierno por un gobierno de concentración nacional constitucionalista (PSOE-Cs-PP). Nos esperan tiempos muy difíciles en los que son necesarios más que nunca la unidad y la sensatez.

CATEGORÍAS

COMENTARIOS

Wordpress (0)
Disqus ( )