Diputación recibe el premio “Supercuidadores” por su programa social de “jóvenes ayudando a jóvenes”

Diputación recibe el premio “Supercuidadores” por su programa social de “jóvenes ayudando a jóvenes”

  • La diputada de Bienestar Social recoge este galardón de ámbito nacional, que reconoce la labor de la institución con la iniciativa PROGRESA, en la que universitarios de grados sociales atienden a menores de la provincia en situación de vulnerabilidad

La diputada de Bienestar Social, Olvido de la Rosa, ha recogido en Madrid el premio “Supercuidadores 2020”, que ha recibido la Diputación de Granada por la puesta en marcha del Plan de Inclusión Activa PROGRESA, un proyecto en el que jóvenes universitarios de grados sociales atienden a menores de la provincia en situación de vulnerabilidad socioeducativa.

Los galardones, que entrega esta entidad privada dedicada al cuidado de personas (Supercuidadores), reconocen el trabajo de personas o entidades orientado a mejorar la calidad de vida de personas mayores, personas que sufran algún tipo de enfermedad o se encuentren en situación de discapacidad o dependencia.

De la Rosa ha agradecido a los más de 500 monitores universitarios y a los 71 tutores y tutores de los Servicios Sociales Comunitarios que han pasado por el programa “su esfuerzo y su implicación”. También ha deseado “mucha suerte” a los 450 menores que han participado en el PROGRESA, “a los que estamos atendiendo especialmente para que su formación el día de mañana sea la mejor posible”.

Por su parte, la diputada de Empleo y Desarrollo Sostenible, Ana Muñoz, ha recordado que PROGRESA “no es un proyecto de formación al uso; son jóvenes ayudando a jóvenes”. “Este premio nos reafirma en la necesidad de este tipo de políticas solidarias y colaborativas”, ha afirmado.

Tanto la diputada de Bienestar Social como la de Empleo han manifestado su satisfacción por este reconocimiento y han subrayado el “orgullo que supone para la institución recibir un premio así”.

PROGRESA, que comenzó a desarrollarse en 2016, es un programa innovador, financiado íntegramente por la Diputación de Granada, y coordinado por las áreas de Empleo y Desarrollo Sostenible y Bienestar Social, en el que jóvenes universitarios apoyan a menores y adolescentes de todo el territorio provincial en situación de vulnerabilidad socioeducativa con la ayuda de tutores de los centros de Servicios Sociales Comunitarios de la provincia.

Los objetivos de este proyecto de trabajo colaborativo son, por un lado, contribuir en la disminución y prevención del absentismo o fracaso escolar mediante el acompañamiento y refuerzo socioeducativo, y fomentar la inclusión activa de los menores adquiriendo competencias personales, sociales y educativas.

Por otro lado, se pretende mejorar la empleabilidad de los jóvenes universitarios, menores de 30 años, de titulaciones afines al ámbito de la atención socioeducativa, a través del desarrollo de un proceso de prácticas de atención directa, formación específica, motivación y orientación para la inserción en el mercado laboral, además de mantener y afianzar la población joven en el territorio, tanto los jóvenes universitarios como los menores, a la vez que se fomentan valores de participación social proactiva.

Tras la declaración del estado de alarma por crisis sanitaria Covid-19 el pasado mes de marzo, las acciones de atención directa a menores quedaron suspendidas, y el programa se centró en la capacitación online de los estudiantes universitarios que participaban en el plan como monitores de acompañamiento socioeducativo a menores.

Durante aquellas semanas de confinamiento se puso en evidencia que un gran número de niños y niñas y adolescentes en edad escolar obligatoria, cuyas condiciones sociofamiliares son más precarias, habían quedado muy apartado del sistema educativo, lo que ponía de relieve su mayor riesgo de exclusión escolar, y, por ende, social. Por ello, a mediados del mes de abril se consideró desde la coordinación del Plan de Inclusión Activa “PROGRESA”, la viabilidad de dar continuidad al proyecto formativo y de prácticas con las máximas garantías y retomar el acompañamiento a menores y adolescentes, ya que se entendía que era más necesario que nunca.

De manera que se diseñó un Plan de Teleacompañamiento (TELEPROGRESA), que se puso en marcha para dirigir, coordinar e implementar el acompañamiento, y cuyos destinatarios eran tanto monitores como tutores y tutoras, y las familias de los menores.

Para ponerlo en marcha, ha sido necesario el préstamo de dispositivos tecnológicos y conexiones a internet que faciliten el proceso de teleacompañamiento a los menores, en los casos necesarios

Según la información recabada por el área de Bienestar Social, durante el confinamiento la mayoría de las familias ha echado en falta el apoyo que les suponía PROGRESA (82,9%), por lo que casi todas (95,7%) consideran que era necesario desarrollarlo tal como se estaba haciendo durante el estado de alarma.

Los aspectos más valorados por la familia en relación al PROGRESA han sido el apoyo para sus hijos en el desarrollo de las tareas escolares, entretenimiento y ocio, y el apoyo para la propia familia (tiempo para hacer otras cosas, ayuda que no pueden prestar, etc.). El 100% de las familias consideran que es necesario que el Plan PROGRESA continúe, especialmente como apoyo de sus hijos e hijas, porque mejora su comportamiento, desarrollo y motivación.

Durante el tiempo sin poder salir, el 91% de los menores ha echado en falta el apoyo del monitor, y un 88,6% reconoce que se han dado cambios desde que se ha vuelto a realizar el acompañamiento (sobre todo, con el apoyo para tareas escolares, gestión del ocio y tiempo libre y mejora del comportamiento), y el 79,4% afirma que ha sido más sencillo realizar las tareas escolares con la ayuda del monitor y los dispositivos con conexión a internet.

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