Efecto mariposa

Un reciente estudio publicado en la revista Gaceta Sanitaria, cuyos autores son Usama Bilal (Department of Epidemiology and Biostatistics, Dornsife School of Public Health, Drexel University, Philadelphia, PA, USA); Pedro Gullón (Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, Universidad de Alcalá) y Javier Padilla-Bernáldez (Colectivo Silesia, Centro de Salud Rafael Alberti, Madrid), muestra la evidencia epidemiológica respecto al rol que desempeña la hostelería en la transmisión de la COVID-19. En concreto nos dice que se analizaron 20 estudios que investigaban el asunto. Los análisis de inferencia estadística mostraron resultados similares, afirmando que el cierre de la hostelería es una de las medidas más efectivas para disminuir la incidencia y la mortalidad.

Se encuentra una gran consistencia en la literatura al señalar que el cierre de los locales de hostelería es una de las medidas más efectivas para disminuir la incidencia y la mortalidad de la COVID-19.

Supongo que, aunque se hubiera conocido este estudio antes de las elecciones del pasado 4 de mayo en la Comunidad de Madrid, los resultados hubieran sido similares, pues, como se decía en la editorial de la revista Contexto del pasado 5 de mayo, “los malos suelen ganar siempre”. Sí, digo bien. Los malos. Porque, continúa la editorial,”…ha ganado Isabel Díaz Ayuso, la candidata trumpista del PP madrileño, la amiga de los taberneros y los jóvenes que toman cañas, la ideóloga de la identidad madrileña, la mujer que impidió que un 75% de los ancianos contagiados con covid fueran enviados a los hospitales para ser atendidos”. Qué diferencia el lema de Ayuso de “libertad para ir a tomar cañas”, con el del profesor Tierno Galván y alcalde de Madrid en 1979, “Más libros, más libres”.

De los análisis más lúcidos y llenos de sentido común que he leído, a propósito de esta especie de “anomalía histórica”, el de Josep Ramoneda en El País “Madrid: lo simbólico y lo político” es uno de ellos. Nos decía Ramoneda que “Ayuso ha sabido explotar el bajón psicológico generado por la pandemia. El gesto de ruptura fue salir del consenso general que primaba la salud por encima de la economía. Y rompió el tabú. A partir de ahí, con amplio apoyo de los poderes corporativos y empresariales, de los medios de comunicación y de importantes sectores económicos y organizaciones estamentales consiguió imponer el hecho diferencial.

Madrid abierto, mientras los demás cierran. Liberalismo económico sin fronteras, impuestos a la baja, privatizaciones masivas en servicios básicos (sanidad, educación, residencias para mayores) y alegría, alegría. Así se suma al carrusel de las identidades”.
Los psicólogos nos hablan de lo que se denomina “ilusión de invulnerabilidad”, que es un sesgo cognitivo debido al cual distorsionamos la percepción de las amenazas externas o riesgos que nos pueden ocurrir durante nuestras vidas. Es una especie de mecanismo de autodefensa de nuestro cerebro. Es lo que ha podido suceder a los ciudadanos madrileños a consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus, que han preferido la “cervecita” a la “seguridad sanitaria”. También a otros de diferentes puntos de nuestra geografía, o de distintos países del mundo. Lo que sucede ahora en la India, tras haberse promovido desde el propio Gobierno de RamNathKovind el relajamiento de las medidas de seguridad es un claro ejemplo. Como también lo es Brasil, o lo fue en su día Estados Unidos.

Qué ocurrirá a partir de ahora es todo un enigma. Y, aunque muchos analistas coinciden en que no es igual Madrid que el resto de España, sin embargo, tampoco nadie hubiera creído que los trabajadores de los barrios más pobres y marginados de Madrid iban a dar su voto a una “mentirosa compulsiva”, además de irresponsable, como es la señora Ayuso.

En el artículo de Ramoneda se advertía que el primer gran éxito electoral del Partido Popular llegaba precisamente en el momento de la verdad de la desescalada, en la que la izquierda en general la afrontaba con una derecha ensimismada en la solución milagrosa que viene de Madrid. Los dos años para preparar la reválida iban a ser decisivos. A su juicio, quizás el “bajar a tierra” para recomponer el espacio de la izquierda, tal y como había mostrado Más Madrid, podría ser el camino.

Aunque, en parte estoy de acuerdo con este análisis, sin embargo, entiendo que también hay datos de la realidad económica que nos ayudan a ser optimistas. Es el caso de los recientes registros del total de parados en el país durante el mes de abril. Lo que se observa es una “evolución laboral positiva en medio de la pandemia”. Es lo que dice el último informe de Coyuntura Laboral del sindicato Comisiones Obreras, y es lo que se puede ver en los datos, pues el paro baja en 39 mil personas, comparando con el mes anterior, y solo aumenta en 2,07% respecto al mismo mes del año anterior, que fue cuando comenzó el confinamiento por la pandemia. Habernos situado en 3.910.628 personas en paro, tal y como habíamos predicho en nuestros modelos estadísticos, es sintomático de que las medidas adoptadas por el gobierno han sido efectivas y van en la dirección correcta.

En Granada, con los datos conocidos de abril de 2021, también se sitúa el desempleo en una senda descendente muy parecida a la del mes anterior. Así, a nivel general, el paro registrado en Granada ascendió a 104.865 personas; 10.400 en agricultura; 4.885 en industria; 9.396 en construcción y 67.776 en servicios. Todos estos valores están dentro de los intervalos de confianza de las predicciones de parados efectuadas para el mes de abril de 2021 por los de nuestros modelos estadísticos, o incluso por debajo, como ocurre con el desempleo total.

Dentro de la “teoría del caos” hay un concepto que se denomina “efecto mariposa”, mediante el cual, si en un sistema se produce una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, puede generar un efecto considerablemente grande a corto y medio plazo. Por tanto, de lo que se trata es de ponerse a trabajar para conseguir que el “efecto mariposa” de la nueva realidad sanitaria y económica sea lo que impere y lo que se perciba por los ciudadanos de nuestro país. De lo contrario, los nubarrones negros de la mentira y la frivolidad tendrán el terreno abonado para el asalto a nuestro, cada vez más precario, Estado de Bienestar. Es lo que realmente hay detrás de toda la parafernalia de fiesta y fanfarria de la derecha y la extrema derecha nacional.

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