El AVE de «Graná», ni es AVE, ni es «ná»

El AVE que antes de ayer llegó a la estación de andaluces, es un poco como ese tío de ”Graná” al que se refiere el refrán y que según la copla “ni es tío, ni es ná”. Lamento profundamente rebajar las expectativas generadas con la llegada del tan deseado tren, porque lo cierto es que, aunque parece un AVE y se llama como un AVE, está muy lejos de ser un AVE.

Quien viera, escuchara o leyera en las últimas 48 horas, las crónicas sobre la llegada del tren a Granada, podría convenir que por fin la alta velocidad, se daba cita con una ciudad con más de tres millones de visitantes al año y que, aunque parezca mentira, llevaba cuatro años por ferrocarril, con casi toda España, a excepción de Almería. No es así. Y no lo es porque lo que ha llegado a Granada no es alta velocidad, sino la consecuencia de la indolencia, el conformismo y el escasísimo peso que Granada y su clase dirigente, tienen en el conjunto de la política y la economía de nuestro país.

Veinte años después de que el entonces todopoderoso vicepresidente del Gobierno y ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, presentara el Plan de Infraestructura 2000-2007, en el que se incluía la llegada del AVE a Granada, lo que nuestra ciudad ha “conseguido” son veinte años de obras y cuatro sin tren, para adecuar un tramo de 126 kilómetros de una línea AVE entre Antequera y Granada, que es la más lenta del país, superando a la que conecta con Alicante, que hasta ahora ocupaba el primer puesto, con una velocidad media de unos 200 kilómetros por hora.

¿Se merece Granada un AVE que tras partir desde Antequera, acredita la “vertiginosa” velocidad máxima de 120 km/h, transitando en buena parte del recorrido a 60 Kms/h?, o incluso a 37 Kms/h? Rotundamente no.

¿Se merece Granada un trazado que la coloca más lejos de Madrid que lo que están Sevilla o Málaga, aunque por carretera estemos 120 kilómetros más cerca? Obviamente no

¿Se merece Granada un AVE que transita por una sola vía, a través de túneles del siglo XIX, como si de un expreso a vapor se tratara? Indiscutiblemente no.

¿Se merece Granada la llegada de un AVE en superficie, que consagra que las vías partan la ciudad por la Chana por los siglos de los siglos? Evidentemente no

¿Se merecen los granadinos pagar unas tarifas impresentables, en las que para llegar a Madrid, se nos va a cobrar lo mismo que a malagueños o sevillanos, aunque estemos mucho más cerca? Claramente no.

El tren que ha llegado a Granada, no aguanta la más elemental comparación con los que transitan por la vecina Córdoba. Las dos ciudades están separadas de Madrid, por la misma distancia, alrededor de 400 kms. Sin embargo la duración del trayecto del AVE entre la capital de España y la capital de la Mezquita, es de una hora y cuarenta y cinco minutos, mientras que para llegar a Granada necesitamos casi, el doble, o sea tres horas y cuarto y cerca de treinta euros más por trayecto.

Por seguir con la comparación, el AVE llega a Córdoba soterrado, lo que ha supuesto la mayor transformación urbana de la ciudad en el último siglo. Las vías de ferrocarril -al igual que en Granada-, se habían convertido desde hacía décadas, en una muralla que rompía la continuidad entre el norte y el sur de la ciudad.

El soterramiento de 2,5 kilómetros de vías fue el inicio de un proyecto que situó en el corazón de la ciudad, sobre un espacio de 423.000 metros cuadrados, viviendas, oficinas, lugares de ocio, o un amplio aparcamiento subterráneo que daba respuesta a los problemas que existían en esta zona de la capital cordobesa. Su ciudadanía, sus agentes sociales y los partidos políticos, fueron una piña en su lucha para conseguir aquel soterramiento, algo que lamentablemente en Granada no ha pasado y las consecuencias las pagaremos durante décadas.

Granada tiene el AVE que se merece. O sea una alta velocidad de atrezzo, lenta y cara, que sigue partiendo la ciudad en dos y además lamina otras aspiraciones ferroviarias de la provincia, como la conexión con levante o la natural con Jaén, que por mor del AVE menguante de Granada, se convierte en el agujero negro de la red española de ferrocarril.

En resumen que en esto del AVE, en Granada hemos vuelto a hacer un pan como unas tortas.

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COMENTARIOS

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    Jairo 5 años

    Me alegro de que Agustín Martínez pueda ser crítico y no apesebrado como parecía en su etapa de la Cadena SER. Habría que saber y recordar lo que decía cuando se nos dejó sin doble vía o cuando decidió que nuestro AVE pasaba por Antequera…

    Dejar a nuestras provincias limítrofes/hermanas como Jaén y Almería también en precario con respecto al transporte ferroviario, no es una buena alternativa

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    Maria angustias calvo 5 años

    Por fin se dice la verdad q seguimos siendo andaluces de segunda creo q despues de esperar con paciencia no nos merecemos este tren de pacotilla y me averguenza q politicos granainos se vanaglorien asi nos va

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    Jrr 5 años

    Está a la altura de lo q es y lo q se merece la sociedad granaina, ni más ni menos.

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    Eugenio 5 años

    Me gustaria que este señor hiciese el mismo articulo sobre el mal llamado metro de Granada.
    Si el tren AVE es una porqueria no mas lejos se encuentra el metro.
    Pero me imagino que dependiendo de que lado politico se encuentre el autor asi saldra el articulo.

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