El Defensor de la Ciudadanía pide incluir la lengua de signos en la atención sanitaria

El Defensor de la Ciudadanía pide incluir la lengua de signos en la atención sanitaria

  • El Defensor apuesta por «vídeos explicativos y divulgadores del virus COVID-19» accesibles para las personas con discapacidades auditivas

Ante la situación causada por el coronavirus, el Defensor de la Ciudadanía, Manuel Martín García, ha manifestado su «preocupación por la falta de accesibilidad a la información que tienen las personas sordas». Ante la alarma creada por los primeros positivos de COVID-19 en la provincia, estas personas «están totalmente desinformadas, ya que la atención sanitaria no se adapta a sus necesidades comunicativas». Las personas sordas o con discapacidades auditivas «tienen el mismo derecho que el resto de los ciudadanos a conocer qué está sucediendo con el coronavirus», ha declarado. Según sus palabras, «se trata de un colectivo especialmente vulnerable en casos de emergencia, por ello lamento una vez más que se les aparte de la actualidad y, sobre todo, en circunstancias y temas tan complejos y alarmantes como el que está aconteciendo».

«Imaginémonos viviendo en un país del cual no entendemos el idioma. ¿Cómo nos sentiríamos? Así aseguran sentirse las personas sordas: ‘extranjeros en su propio país’, por ello es necesario eliminar las barreras a la comunicación, es decir, todas aquellas trabas o impedimentos que limitan o dificultan a las personas sordas su acceso a la información siempre, y más aun cuando estamos ante situaciones complejas que generan alarma y desconcierto, como está ocurriendo en la actualidad», ha asegurado Martín.

«Cuando el alarmismo en torno al coronavirus se ha instaurado en buena parte del mundo, las personas sordas son socialmente ignoradas y calladamente sufridas, por ello las instituciones deben estar siempre preparadas para atender a estos colectivos, entre cuyos principales problemas, necesidades y demandas ya reiteradas y antiguas, está el que se les garantice la figura del intérprete en ámbitos como el sanitario. Las personas sordas tienen el mismo derecho a conocer que está sucediendo con el coronavirus».

LA PROPUESTA AUDIOVISUAL DEL DEFENSOR

Además, Manuel Martín urge a «incorporar vídeos de interpretación en lengua de signos tanto en los servicios telefónicos de emergencia como en los propios centros sanitarios y servicios de urgencia de los hospitales», y alude a la reciente publicación del Real Decreto 734/2019, de 20 de diciembre, por el que se modifican directrices básicas de planificación y planes estatales de protección civil para la mejora de la atención «a las personas con discapacidad y a otros colectivos en situación de especial vulnerabilidad ante emergencias».

Por ello, Martín ha afirmado verse «en la obligación de realizar una llamada de atención para reivindicar que se les garantice una información continuada y correcta. Las personas sordas, son personas y tienen derechos. Son los discapacitados invisibles para el resto de las personas, pues al ser una discapacidad que no se ve, reciben muy poca atención. Cuando una persona invidente o en silla de ruedas anda por la calle, su bastón, sus gafas oscuras o su silla de ruedas nos muestran su discapacidad. Sin embargo, las personas sordas viven en silencio una discapacidad invisible que impide una mayor sensibilidad social hacia las barreras de comunicación, pasando inadvertidas, y las mayores dificultades con las que se enfrentan se presentan a la hora de relacionarse con otras personas en la medida que no se comparte el mismo código lingüístico», ha sentenciado el Defensor.

Por último, el Defensor ha agradecido públicamente «la gran labor que está realizando la Asociación de Personas Sordas de Granada y Provincia (ASOGRA), una organización sin ánimo de lucro que desde 1966 defiende y atiende los intereses de las personas sordas y que ante, la situación de alerta sanitaria por el coronavirus, estaría realizando grandes esfuerzos informativos, realizando vídeos accesibles sobre el COVID-19 y su contagio para las personas sordas, supliendo en gran medida «la falta de información accesible» por parte de las administraciones competentes.

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