El Ejército de Pancho Villa

A menudo definimos a un grupo humano como «el ejército de Pancho Villa», dando entender que se trata de aficionados, mal pertrechados y peor disciplinados, aunque si quien inventó esa expresión hubiera conocido el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Granada, resultante de las pasadas elecciones municipales, seguro que pensaría que el ejército de Pancho Villa, eran las fuerzas armadas prusianas, al lado de ese circo de tres pistas, en que el PP y Ciudadanos han convertido a la Plaza del Carmen

El nuevo capítulo nos llega de la mano de los naranjas boys. No contentos con pretender gobernar la ciudad con tres concejales, vuelven a abochornar al personal, protagonizando el espectáculo de tirarse los trastos a la cabeza entre el Alcalde y el concejal de Empleo, Manuel Olivares, a vueltas con el programa Granada en Clave de Empleo, tras la renuncia que ha defendido Olivares y la prórroga dada por Salvador , lo que el concejal ha tomado como un descrédito a su decisión y a la de los técnicos municipales.

Tras amenazar con dimitir de sus responsabilidades de empleo, que no de concejal, Olivares, quien según las malas lenguas tiene pie y medio en el PP, sigue advirtiendo que si el nuevo informe técnico es favorable a seguir con el programa de la discordia, mantendrá su órdago, pero solo un poquito, porque Olivares niega que esa hipotética decisión supusiera una crisis de Gobierno. Quizás porque lo de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Granada, de todo, menos un Gobierno.

Después que la semana pasada, Olivares se levantara de una reunión tras considerar que el alcalde le desacreditaba, ayer, Luis Salvador, intentaba templar gaitas, «Le he explicado que no es una desautorización sino el cumplimiento de la moción. Hemos pedido más informes para que no haya duda de que sea una decisión correcta. Si el informe dice que es viable se llevará adelante, si no, no. Si no es viable, se renunciará definitivamente pero en ningún momento lo he desautorizado», por lo que sigue en el aire la sombra de la crisis interna y la posibilidad de renuncia de Olivares a su competencia de Empleo.

Mientras tanto en el PP se frotan las manos mostrando su total apoyo a Olivares y de paso desangrar definitivamente a Luis Salvador, de cara a que el sueño húmedo de Sebastián Pérez de ser alcalde, se pueda llevar a cabo con Ciudadanos agonizando por lo civil y lo criminal.

Lo cierto es que, por mucho que Olivares intente justificar su postura en asuntos “técnicos», lo que no puede hacer un concejal es negarse a poner en práctica un acuerdo aprobado por el Pleno, como es el caso, porque si así fuera y como acertadamente ha dicho el portavoz de Podemos-IU, dejaríamos a los técnicos las decisiones políticas y sobrarían los sueldos de 27 concejales.

Siendo muy grave el nuevo sainete de ese camarote de los hermanos Marx, en el que Ciudadanos y el PP, han convertido el Ayuntamiento de esta ciudad, lo verdaderamente grave es el desastre general en que unos y otros han sumido a esta ciudad, con lo que supone de pérdida de oportunidades y de futuro, algo muy difícil de recuperar en los tiempos que corren.

Que los máximos representantes de esta ciudad solo aparezcan en medios nacionales por astracanadas y salidas de tono, en lugar de por cuestiones a la altura de una ciudad, como la Granada, no solo produce sonrojo y vergüenza al personal, sino que echa por tierra la imagen de una ciudad, que me temo tardaremos bastante en recuperar. Y si no, vuelvan a ver El Intermedio del pasado martes, con el descojono general hacia nuestro alcalde, tocado con gorrito de Papa Noel y compitiendo por ser el alcalde con menos “luces” de España … Un poema.

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