El ejército toma Granada

Sin llegar al nivel de idolatría de EE.UU., por ejemplo, España rinde culto a la violencia en sus distintas manifestaciones. Histórica es su tradición necrófila, asentada está su cultura mortuoria y fama tiene su querencia por lo luctuoso. La llaman Leyenda Negra en un intento de dignificar su historia, pero la violencia y la muerte son “Marca España” desde tiempos inmemoriales, imperiales, dentro y fuera de sus fronteras: brillan con luz propia las sombras de sus conquistas, reconquistas, inquisiciones y exterminios.

Basta un vistazo a la obra de uno de sus artistas, Francisco de Goya, para hacerse una idea del tremendo catálogo de violencia y muerte que atesora España, desde “Corrida de toros” hasta “Duelo a garrotazos”, pasando por las escenas de la guerra de la independencia. Buena parte del pueblo está educado para identificarse con la violencia, aplaudir a quien la practica y vitorear a la muerte. Ese pueblo, capaz de pagar para presenciar gozoso la tortura y muerte de un animal, también acude a los desfiles militares.

Una parte de la ciudadanía saluda con fervor el tétrico circo que estos días tiene lugar en Granada y Motril. Las pasarelas de Severo Ochoa y el puerto de Motril acogen las últimas novedades de la industria de la muerte y el desfile de quienes eligen la muerte, propia o ajena, como profesión. Destacan la exposición de máquinas y productos para matar en el Paseo del Salón y una exhibición en la plaza de toros, templo consagrado a la tortura y los torturadores, a la sangre y a la muerte, el lugar adecuado.

El lema de este aquelarre militar es “Defensores de la Paz y la Libertad”, un contrasentido para justificar la muerte de soldados y civiles de los pueblos devastados. ¿Defensores de qué Paz con armamento para la guerra? Recuperan los forofos de la guerra y la muerte el sofisma latino “Si vis pacem, para bellum” y aducen que acecha un enemigo exterior. Cabe recordarles que el ejército español, desde 1808, sólo ha derrotado a los españoles y que ETA disparaba en la nuca con balas de 9 mm “Parabellum”.

Abuelos y padres acuden con sus retoños al desfile de la muerte con el mismo espíritu festivo que a la cabalgata de Reyes. Retoños que, en muchos casos, se adiestran para matar con la Playstation y disfrutan la violencia de los dibujos animados que los entretienen desde temprana edad. La sociedad que considera adecuado para regalar en una comunión un vapeador está enferma, como la que santifica la industria de la guerra y la que vende fusiles de asalto en tiendas y supermercados. No tardaremos.

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COMENTARIOS

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    Gran escritor Pepe Morales Jimenez sabias palabras para distinguir lo bueno de lo peor.
    Has puesto mis pensamientos en tus opiniones tan llenas de una verdad absoluta, donde esta la inteligencia de los que no alcanzan a ver todo lo logrado por el gobierno de Pedro Sanchez? La derecha solo han jugado al derribo y mentir y calumniar y creer que España y la bandera es solo de ellos.

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