El guirigay Voxista

Mientras a nivel nacional VOX se queda en “ultraderechita” y comienzan a aflorarle “escandalitos” que apuntan a convertirse en problemas muy serios, aquí nos encontramos en el último mes en medio del guirigay local del partido fosforito verdoso de Abascal, que pone de manifiesto que al menos aquí están muy verdes.

Señalaba en mi columna de hace unos días en este club de opinión, que VOX se había desgajado tras el cese fulminante de su presidente provincial, el señor Vao, en al menos dos organizaciones que concurrirían a las municipales que se celebrarán en menos de 20 días: VOX y PLIE.

Esta última agrupación creada ex profeso por el ex presidente aniquilado desde Madrid y sus fieles, entre ellos el siempre polémico, controvertido y controvertible señor Cascón Murillo. Político localista de larga trayectoria que llegó aquí según cuenta él de la mano de don Manuel Fraga y que ha enriquecido su peculiar currículo transitando en pocos días de activo militante del Partido Popular a autoproclamarse como cabeza de lista a las municipales por VOX y aparecer en el BOE como quinto candidato al Congreso por este partido, al que después de algún modo que el conozca habrá abandonado y se ha prodigado en porfiar en beneficio del PLIE. No hay quién dé más. Seguro.

No menos perpleja que en Marbella debe andar la militancia granadina de VOX. No porque se haya elegido a una persona sin perfil o con una silueta políticamente poco adecuada como ha sucedido allí, sino porque la señora Olona, primer candidato de la lista de VOX al Congreso, ya electa, es otro diputado cunero. Lo digo con todo respeto. Empleando un palabro usado tradicionalmente en la historiografía política patria para referirse a los políticos desconocidos en su circunscripción y llegados por mor de la práctica paracaidista por orden de la superioridad del nomenclátor de la organización. Nadie resta capacidad a la señora Olona aunque de Granada, me consta, que no sabe ni localizar donde está la Torre de la Vela, por decirlo de algún modo.

Pero donde está el guirigay del VOX local es en las listas municipales. La cabeza de lista le ha sido entregada por “salobreñazo”, según parece, al señor Miralles, don Onofre, un reaparecido que recuerda al señor Rafael Roldán, que fuera concejal en los años veinte en la ciudad y autor de una novela que se hizo muy popular: “El hechizo de una criolla”. En esta obra, que decía era autobiográfica, narraba las peripecias personales de un edil que un día inesperadamente desapareció y que volvió más tarde, como de ultratumba, para reparar y vengarse hasta de su propia vida. Buenas páginas políticas escribió aquel concejal impulsivo y bravucón que me vino a la memoria hace unos días cuando me enseñaron el “twit” que el señor Miralles había escrito al hilo de la debacle electoral del PP granadino.

Y de ahí hasta el quinto candidato en la lista municipal, el señor Pozo al que sí que hay que reconocer su compromiso político con Granada, veremos. El segundo candidato es doña Beatriz Sánchez, pareja de don Francisco Ocaña, “Curro Ocaña”, el piloto de profesión o el señor de los drones de alquiler según dicen unos u otros. Y ello porque oficialmente en el registro del Parlamento aportó un carnet de “Comercial Pilot” expedido en USA pero que no le habilita per se, salvo que tenga la homologación de AESA y acredite su pericia técnica, a volar comercialmente en España ni montado en una lavadora. Su compañera sentimental, la señora Sánchez ha llegado finalmente a la lista municipal por una entente cordiale con el prócer provincial de VOX, al que según dicen en los mentideros, don Curro, amenazó con pasarse al grupo no adscrito en la cámara andaluza de no atenderse sus arduos argumentos políticos. El tercer candidato en la lista, la farmacéutica Mónica del Carmen Rodríguez Gallego, que se barajó como candidata para encabezar la lista por el destituido Vao, finalmente acompaña a don Onofre Miralles, pero que como doña Paloma Gómez Enríquez, la cuarta en la lista, no se le conocen más méritos en la acción política granadina que su acentuada amistad con los rectores de la peña voxista.

VOX en Granada, que ha obtenido un buen resultado en las generales, cierto que menor del que se esperaba, anda envuelto en un girigay. Un griterío y una confusión que resulta cuando varios hablan a la vez o cantan desordenadamente, con un lenguaje oscuro y difícil de entender tanto desde el electorado, que pienso que va a recapacitar a quién da su voto el próximo día 26, como desde la teórica seriedad de una organización política que ha llegado con aspiraciones de quedarse y de regenerar todo cuanto dicen a su antojo que está mal. En fin, un guirigay, en el que seguro que no contarán ni con “guiris ni con gays”, pero que es una auténtica algarabía política.

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    […] la mañana, con un artículo de César Girón en «La Voz de Granada», en el que describe la situación de Vox en Granada -que califica de “guirigay local”- con la precisión del que parece haber estado debajo de la […]

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