El nuevo curso político comienza con viejas dudas

El nuevo curso político comienza con viejas dudas

  • Pese a los días de descanso y reflexión, continúa la incertidumbre sobre quién será el alcalde dentro de dos años

Se acaban las vacaciones y con ellas llega septiembre y la vuelta a la realidad y al trabajo, un proceso que es igual para todos y del que nadie escapa, ni siquiera la clase política. Ayer reapareció Luis Salvador, que tuvo entre sus primeras medidas la de irse de vacaciones con un equipo de gobierno recién formado, y a la vuelta se encontró con aguas revueltas, las mismas que tenía cuando se marchó y que obviamente el tiempo por sí solo no va a calmar.

Una pregunta persigue al alcalde desde que es alcalde, una cuestión que se repite una y otra vez y que nunca encuentra respuesta: «¿habrá alternancia en la alcaldía?» La evasiva, esta vez, fijó la vista en una futura reunión entre ambos partidos para aclarar las «diferencias de interpretación» de un acuerdo cerrado a media hora del Pleno de Investidura. En la sala en la que se junten estarán los grupos municipales y, como parece ser habitual ahora, las direcciones nacionales de PP y Ciudadanos, volviendo a la tutela de Madrid que precisamente expresaron querer dejar atrás.

La reunión sigue sin tener siquiera una fecha fijada y se producirá «cuando sea posible», un plazo demasiado volátil para una cuestión tan sólida e importante como la del nombre del alcalde a partir de junio de 2021.

El otro implicado, el Partido Popular, no tiene ninguna duda sobre lo que defenderán en ese momento. Primero se pronunció al respecto Sebastián Pérez para exigir al actual alcalde que aclare el asunto de una vez por todas después de más de dos meses de espera -si bien uno ha sido de vacaciones- y amenazando con pasar a la oposición en caso de que la respuesta no les satisfaga. A esto hay que sumar una nota de prensa emitida ayer por la formación azul en la que César Díaz aseguraba que el compromiso de la alternancia «fue nítido y no admite ninguna interpretación».

Incluso los socios de Luis Salvador en el gobierno local se han cansado de una situación que se demora tanto como preocupa a la ciudadanía. El granadino, a 27 de agosto de 2019, no sabe quién será su alcalde dentro de dos años, y eso también supone un freno a la hora de que las empresas realicen inversiones en la ciudad de la Alhambra, que ya ha visto como el World Padel Tour se marcha a Córdoba. Díaz apuntó a las evasivas de Salvador asegurando que «sigue sin contestar claramente sobre este asunto remitiendo a las direcciones nacionales», algo que remató añadiendo que «con independencia de los acuerdos de ámbito nacional, aquí hubo un compromiso con testigos de ambas formaciones media hora antes de la investidura que Luis Salvador se niega a reconocer desde que tocó el bastón de mando».

Ahora, la pelota está en el tejado de Luis Salvador. El actual alcalde ha tenido un mes para descansar y reflexionar, incluso podría haberlo aprovechado para reunirse con los representantes del PP y zanjar el tema de una vez por todas, pero a la vuelta todo sigue igual que antes de irse, incluso igual que el propio 15 de junio. El tiempo ahora sí corre de verdad y la ciudad no espera, Granada quiere y necesita saber quién la gobernará en 2021, y la oposición mira de reojo la crisis interna del gobierno local, cada vez más distanciado.

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