Granada cae al infierno

Las siete plagas han caído sobre Andalucía, redobladas en Granada.

Granadinos arrepentiros el Fin del Mundo está cerca.

Los Fuegos Infernales destruirán nuestra ciudad.

Parafraseando al ínclito Catón el Viejo, “Granada delenda est”.

La “deresha” está destruyendo todo lo que toca, y va a terminar con todo.

Gana la derecha, pierde Granada…

El tremendismo es la herramienta de los que no tienen base para criticar.

Es curiosa esta respuesta, creo que extrema, a la decisión de los andaluces y de los granadinos.

El sistema político español está basado en la consecución de mayorías que permitan mediante el consenso la ejecución de las políticas que desarrollen a nuestra sociedad. Sobre esta base, cuando existe un mapa político fraccionado es necesaria la cooperación de diferentes opciones políticas que sobre el acuerdo de un programa común puedan solucionar los problemas de la sociedad.

El actual alcalde de Granada, Luis Salvador, ha recibido el apoyo de un conjunto de concejales (14) que suman un total de 51.674 votos (47,73 % del total de votos emitidos), frente al otro candidato que se presentó como alcaldable (Francisco Cuenca) quien consiguió el apoyo de 13 concejales, los cuales sumaban un total de 46.105 votos (42,59 %). Por tanto, la legitimidad política del actual alcalde es innegable. Poner en duda este hecho es una de las mentiras que algunos están propagando.

Por lo visto la capacidad de alcanzar acuerdos con otras fuerzas políticas es muy malo, o no… recordemos las otras 3 ocasiones en las que el PSOE obtuvo la alcaldía de Granada sin ser la fuerza más votada (1991, 1999, 2016) simplemente porque fue capaz de sumar voluntades con otras fuerzas políticas, incluido que en dos ocasiones fue a través de tripartitos (como en 1979 y en 1991), pero claro como es la izquierda entonces si es correcto. Me pregunto si CIUDADANOS en Jaén, Castilla-La Mancha, Las Palmas de Gran Canaria… en donde ha apoyado al PSOE, sí es una fuerza democrática, no como en Granada.

En estos 3 años, el gobierno municipal socialista ha gobernado como si tuviera mayoría absoluta, incapaz de alcanzar acuerdos importantes con el resto de partidos, ¿eso es estabilidad?, no, eso es parálisis.

Otro caso de fragante mentira es el referido a los Presupuestos de la Junta de Andalucía para el año 2.019.

Supuestamente son un paso atrás, con el objeto de acabar con los servicios públicos, los derechos de los ciudadanos, la eliminación de la protección social, golpear a las clases más desfavorecidas… Pero los números no engañan, y son los que son.

Aunque los socialistas apliquen la máxima del jerarca nazi Goebbels (“una mentira repetida 1.000 veces, se convierte en una verdad”), la realidad es tozuda.

Resulta que los presupuestos presentados por el Gobierno de coalición del PP y CIUDADANOS en Andalucía, dedican más recursos para sanidad (758 millones más), elevan el gasto educativo (256 millones más), incrementan la ayuda para la dependencia (115 millones más), no reduce las partidas destinadas a la luchar contra la violencia machista (el anterior Gobierno del PSOE ejecutó solo el 25% de lo presupuestado) ni en relación con la Memoria Democrática (el anterior Gobierno socialista solo ejecutó el 50% de lo presupuestado).

Entiendo que la señora Susana Diaz, como cabeza visible de la perdida de la “Joya de la Corona” del PSOE (“nuestro cortijo”), utilice todas las armas a su disposición para ocultar su fracaso personal, pero el resentimiento no es el mejor camino para recuperar lo que algunos creen que es de su propiedad exclusiva. Aunque les pese, los andaluces somos libres para tomar nuestras decisiones, dentro del ordenamiento legal establecido en el consenso general de nuestra comunidad.

El extremo llega incluso de algunas personas que protestan por el hecho de que la Consejería de Educación Turismo y Deportes de la Junta de Andalucía, dirigida por CIUDADANOS, le haya entregado la “Bandera de Andalucía” al Granada CF para celebrar el ascenso a Primera División de Fútbol.

Frente a esta demostración del Pensamiento Único (solo los míos son los buenos), tengo la esperanza de que Andalucía y Granada tengan un gobierno estable y equilibrado que permita construir una sociedad más justa, más integradora, económicamente más potente y más innovadora.

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