La UGR abre el curso apostando por que tenga la «máxima presencialidad posible en un entorno seguro»

La UGR abre el curso apostando por que tenga la «máxima presencialidad posible en un entorno seguro»

  • La rectora de la Universidad de Granada (UGR), Pilar Aranda, ha reafirmado este sábado la «apuesta» de la institución académica por que el nuevo curso se desarrolle «con la máxima presencialidad posible en un entorno seguro»

Así lo ha trasladado la rectora durante su discurso en el acto de apertura del curso 2020-2021 en la Universidad de Granada, que se ha celebrado este sábado en el Crucero Bajo del Hospital Real con la asistencia de los consejeros andaluces de Transformación Económica, Conocimiento, Empresas y Universidad, Rogelio Velasco, y de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, Marifrán Carazo, así como del alcalde de Granada, Luis Salvador.

Este año, debido a la situación excepcional de pandemia, no se ha realizado la tradicional procesión académica ni la investidura de nuevos doctores, según ha informado la institución en una nota.

La rectora ha reivindicado la presencialidad como «elemento fundamental de la formación universitaria, porque creemos en el valor incontestable y necesario de la interacción personal durante el aprendizaje», según ha añadido.

«Ese es nuestro modelo de Universidad. Un modelo en el que aulas, talleres, laboratorios y bibliotecas se sitúan en el corazón de la vida universitaria, pero no solo como espacios físicos, sino como espacios de relaciones en las que el aprendizaje ocurre también porque se comparten experiencias y sentimientos», ha manifestado la rectora.

Pilar Aranda ha dedicado palabras de bienvenida a quienes este curso empiezan su etapa universitaria. «Queremos que os sintáis en una universidad lo más normal posible, dentro del sentido que la normalidad pueda tener en estos momentos», les ha dicho, a la vez que ha remarcado que desde la UGR están poniendo «todo» de su parte para que la incorporación de estos alumnos a la comunidad universitaria «sea exitosa y satisfactoria».

La rectora también ha defendido que, aunque el curso está «marcado por la incertidumbre de la evolución de la pandemia y cuáles serán sus consecuencias reales en nuestro ámbito universitario», se parte de «algunas certezas», ya que «durante los últimos meses se ha hecho un esfuerzo muy importante de planificación en todos los niveles y áreas para garantizar una presencialidad segura en este curso».

No obstante, ha reconocido que «pueden darse situaciones nuevas y complejas, imprevistos y contingencias a las que habrá que dar respuesta», pero ha asegurado que «estamos preparados para un curso que, combinando modalidades de actividades presenciales con virtuales, permita desarrollar nuestras enseñanzas con los niveles de rigor y calidad que caracterizan a nuestra universidad».

La rectora ha valorado la «extraordinaria» respuesta de la comunidad universitaria durante los meses «más duros» de la pandemia en el pasado curso, si bien ha reconocido que, «en un escenario tan amplio y complejo, hubo excepciones, fallos y errores», y «siempre se pueden hacer las cosas mejor», por lo que «aplicaremos lo aprendido a este curso que inauguramos hoy», según ha añadido antes de reivindicar que «la crítica y la autocrítica son necesarias e inherentes a nuestra condición de universitarios, y fundamentales para mejorar nuestra respuesta ante esta situación».

Por otro lado, Pilar Aranda ha mencionado «dos ejes de actuación que antes eran importantes y que ahora se han convertido en urgentes»; en referencia a la transformación digital y la «atención a las dificultades socioeconómicas de nuestro entorno».

En esa línea, ha defendido «la necesidad de acelerar la transformación digital» de la universidad granadina, «especialmente en la necesaria introducción de nuevas metodologías e instrumentos docentes y nuevas capacidades para la gestión, pero también en todo aquello que nos permita nuevos modos de organización del trabajo, nuevos modelos de atención y de prestación de servicios y mejoras en la gestión de tiempos y horarios en nuestra institución», según ha abundado.

En cuanto al segundo eje, ha subrayado que, «como institución pública, es nuestro compromiso y nuestra prioridad, luchar contra las desigualdades y garantizar la igualdad de oportunidades», y la universidad presta «especial atención a aquellas personas o colectivos de la comunidad universitaria directamente afectados por la pandemia» para que «nadie puede verse discriminado por la falta de medios o recursos para poder seguir el curso académico».

Por otro lado, la rectora ha reprochado al consejero Rogelio Velasco que, «precisamente en este momento, en el que la pandemia ha puesto en primera línea el valor del conocimiento y de la imprescindible multiplicación de la inversión en ciencia y tecnología, las universidades andaluzas hayan experimentado un recorte presupuestario al haber sido afectadas por la retirada de gran parte de sus remanentes».

Ha criticado también que, «cuando más que nunca se reconoce socialmente el valor de la ciencia, del conocimiento, cuando desde el fondo Covid y de los programas europeos de ecuperación se decide apostar por la inversión en conocimiento e innovación, se ponga a la universidad pública en una situación delicada que, además, amenaza con romper las frágiles costuras de sostenibilidad financiera del sistema universitario andaluz.

Ha añadido además que la UGR comparte «la preocupación junto al resto de universidades públicas andaluzas de que, a fecha de hoy, y a diferencia de lo ya realizado en otras comunidades autónomas, el Gobierno de la Junta de Andalucía no ha establecido los criterios ni ha hecho la distribución del fondo Covid destinado a la enseñanza superior, aprobado por el Gobierno central, y gestionado por las comunidades autónomas y que debe ejecutarse antes de que finalice este año».

«Para las universidades públicas andaluzas es una apremiante necesidad que dichos recursos se distribuyan para atender las necesidades de digitalización, becas, infraestructuras, limpieza, que se han afrontado en este periodo y que aún quedan por asumir en lo que resta de este año», ha advertido la rectora.

En todo caso, Aranda ha garantizado al consejero de Universidades que «estamos y estaremos a su lado trabajando de forma cooperativa y estrecha para lograr un acuerdo que sirva de base para un modelo estable de financiación capaz de garantizar la sostenibilidad, la certidumbre y la convergencia de este sistema». «Pero también, con toda firmeza, reivindicamos lo que creemos nos corresponde con los resultados que cada año ofrecemos a la sociedad», ha apostillado.

Por su parte, el consejero de Transformación Económica, Conocimiento, Empresa y Universidades, Rogelio Velasco, ha puesto de relieve el papel desempeñado en el contexto de esta pandemia por la Universidad de Granada, cuyos grupos de investigación han reorientado sus líneas de trabajo para abordar el Covid-19 desde todas las áreas del saber.

Asimismo, ha recordado que la UGR ha sido también una de las entidades con un mayor número de proyectos aprobados para la línea de ayudas, dotada con tres millones, que ha articulado la Consejería de Transformación Económica para apoyar actuaciones de investigación relacionadas con el virus y desarrolladas por entidades públicas de I+D.

También en materia de investigación, Velasco ha reafirmado el «compromiso» del Ejecutivo andaluz con el proyecto del acelerador de partículas Ifmif-Dones, para el que ha aprobado una inversión de 16,3 millones. Según ha dicho, «se sigue avanzando en la iniciativa para que sea una realidad lo antes posible».

«Estamos seguros de que esta instalación científica supondrá un motor capaz de impulsar la innovación y el desarrollo tecnológico en tres pilares fundamentales: las instituciones públicas que se dedican a la investigación, las universidades y la empresa privada», según ha abundado el consejero.

CATEGORÍAS

COMENTARIOS

Wordpress (0)
Disqus ( )