La vicealcaldía de Sebastián Pérez, en manos de Vox

La vicealcaldía de Sebastián Pérez, en manos de Vox

  • Si los de Onofre Miralles se abstienen o votan en contra del cambio en el ROM, el presidente del PP no podrá tener el cargo pactado con Ciudadanos

Vox tiene en sus manos dinamitar el acuerdo entre Luis Salvador y Sebastián Pérez. La formación de ultraderecha cuenta con la posibilidad de frustrar los intentos de modificaciones que quiera realizar el actual equipo de gobierno de la ciudad, entre ellos los que afectan al Reglamento Orgánico Municipal (ROM), como el que daría como resultado la vicealcaldía del candidato popular.

¿Por qué harían algo así los de Onofre Miralles? Vox pidió -por no decir que lo exigió- estar presente en el gobierno de Granada, y no de cualquier manera, sino de una forma proporcional a la representación obtenida, con solo un edil menos que Ciudadanos. Sin embargo, los de Luis Salvador han optado por ignorarles sistemáticamente, contando con el apoyo popular desde hace un tiempo. Diversos componentes de la formación han expresado su malestar al respecto en varias ocasiones, cargando contra el acuerdo entre Cs y PP y amenazando incluso con una moción de censura.

El último de estos indignados con respecto al pacto entre las dos formaciones de derechas fue el propio Onofre Miralles. A través de su perfil de Twitter -medio que empieza a utilizar de forma asidua para comunicar sus intenciones- manifestó su intención de no acudir al pleno de organización que, según el alcalde, tendría lugar hoy o mañana.

«Sebastián Pérez no será vicealcalde con mi voto», aseguró en la red social del pájaro azul el portavoz de Vox en Granada. No fue una simple amenaza. Populares y naranjas necesitan de los tres ediles de la formación de extrema derecha si quieren poder sumar los apoyos necesarios, pero la simple abstención de Miralles ya dejaría al bloque de derechas con un máximo de 13 votos -y eso contando con que sus dos compañeras decidan apoyar a quien el líder del partido ha atacado públicamente-, por lo que la suma de PSOE y la coalición de Adelante, IU y Podemos empataría en el peor de los casos.

Para aprobar las medidas es necesaria una mayoría absoluta. De cumplirse con la advertencia vertida por el líder del partido de extrema derecha, el equipo de gobierno encontraría la primera piedra en un camino que podría terminar siendo muy sinuoso. No sería tampoco una piedra pequeña. La abstención de Onofre Miralles haría que el ROM no sea modificado, por lo que el Ayuntamiento no mutaría hacia una estructura bicéfala y Sebastián Pérez no sería bajo ningún concepto vicealcalde de la ciudad.

El resto de opciones, como el sueldo que percibirán los tenientes de alcaldes, depende en gran medida de lo que hagan Beatriz Sánchez y Mónica Rodríguez. Si las dos concejalas de Vox deciden no presentarse al pleno, la izquierda quedaría en mayoría y Ciudadanos y PP tendrían que plegarse ante las propuestas que realicen. En caso de que solo una de ellas asista, el resultado será el mismo, pues solo la asistencia de ambas y sus votos a favor de bloque de las derechas podría dar algo de esperanza al equipo de gobierno. Las cartas están echadas y, sobre el papel, parte con ventaja una izquierda por la que está haciendo más Vox que ella misma.

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