Las chicas de zonas rurales sufren un mayor cuestionamiento de sus actitudes en torno al consumo de alcohol, según estudio

Las chicas de zonas rurales sufren un mayor cuestionamiento de sus actitudes en torno al consumo de alcohol, según estudio

  • El estudio liderado por la investigadora de la UGR Laura Pavón Benítez analiza las particularidades de los entornos rurales en lo relativo al ocio de la juventud

Las zonas rurales ejercen un mayor control social sobre las conductas transgresoras de las mujeres jóvenes y cuestionan más el comportamiento femenino ante el abuso del alcohol, mientras que en los hombres queda desprendido de todo estigma. Así lo indica un trabajo de Laura Pavón Benítez, investigadora del Instituto Universitario de Investigación de Estudios de las Mujeres y de Género de la UGR.

Los resultados del estudio son fruto de 40 entrevistas en profundidad realizadas a jóvenes (22 mujeres y 18 hombres) de entre 18 y 24 años que residen en áreas rurales de la comarca de La Vera (Extremadura). El trabajo refleja la importancia de lo social tanto en las prácticas de consumo de alcohol, como en el uso de tecnologías de la información y la comunicación y de las redes sociales, que son elementos esenciales de pertenencia, arraigo al lugar y al grupo.

La investigación indica que los y las jóvenes rurales participan regularmente en prácticas de consumo de alcohol, de forma exponencial a edades más tempranas; lo hacen con sus amistades y comparten estos momentos a través de imágenes y vídeos digitales e interacciones continuas en redes sociales como Instagram. El análisis de las investigadoras apunta a que las motivaciones hacia el alcohol “están fuertemente conectadas con ese sentimiento de integración, la influencia del grupo y el entorno, así como el hedonismo y la diversión asociados al consumo de bebidas alcohólicas”. Del mismo modo, las fotos de la bebida en redes sociales facilitan “formas valiosas de sociabilidad, visibilidad y popularidad para las personas jóvenes”, señala Laura Pavón, investigadora principal de este trabajo.

En este contexto, subraya el estudio, las masculinidades y feminidades están presentes en las conductas relacionadas con la bebida, determinando los relatos y usos del alcohol. De las entrevistas realizadas se desprende que en los pueblos, como explica Laura Pavón, “existe un mayor control social sobre las actitudes de las mujeres jóvenes y un señalamiento del comportamiento de ellas ante el abuso del alcohol, mientras que en los varones está fuera de todo estigma”. En lo relativo a los hábitos de consumo, ellas han expresado mantener el control, estableciendo límites; sin embargo, en las narrativas de ellos se refleja la capacidad de aguante y el reconocimiento de ebriedad sin filtros.

Otro apunte relevante de este análisis tiene que ver con la cada vez menor diferencia entre el ocio rural y el urbano en cuanto a los modelos de consumo de alcohol y usos de la tecnología. Las tendencias globalizadoras alinean las conductas de las personas jóvenes en la actualidad. Con las TIC y las redes sociales aparece un escenario nuevo para la juventud en el que los límites tradicionales del entorno rural se difuminan, en contraste con los cotos y el reducido espacio de los pueblos fuera del mundo virtual.

El anonimato y la distancia que conceden las redes contrasta también con las relaciones de cercanía rural, “por lo que prima el mantenimiento de una apariencia popular online y offline”, detalla Pavón. Más que enfrentadas, estas tendencias conviven, “y lejos de estereotipos estancos vemos cómo lo rural es dinámico; son espacios que transforman y se adaptan a las nuevas tendencias globales, al mismo tiempo que mantienen determinadas tradiciones que afectan a la construcción identitaria de la juventud”, argumenta la investigadora.

Falta de investigaciones en el ámbito rural

Esta investigación resalta la importancia de tener en cuenta lo rural dentro de los estudios científicos. Laura Pavón señala que el paradigma predominante en ciencias sociales ha colocado “lo urbano como marco de referencia, sin distinguir y teniendo poco en cuenta cómo el lugar condiciona ciertos comportamientos humanos, como pueden ser los abordados en este estudio: los usos del alcohol y las redes sociales en jóvenes”.

El trabajo ayuda a la adopción de prácticas preventivas y de intervención con jóvenes rurales en el consumo de alcohol, uso de las TIC y las redes sociales. La investigación no solo alerta sobre las masculinidades como factor de riesgo en el uso y abuso de drogas, también pone el foco sobre la necesidad de la erradicación de las desigualdades de género que conllevan una mayor sanción social sobre las conductas de las mujeres jóvenes rurales.

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