Los expertos creen que es «pronto» para predecir el final del enjambre sísmico
- Los investigadores creen que si la tendencia se mantiene durante unas semanas ya se podría empezar a hablar del fin de la serie sísmica
Los investigadores del Instituto Andaluz de Geofísica (IAG) han constatado un descenso progresivo del número de terremotos en la Vega de Granada y de su magnitud, aunque advierten de que aún es «pronto» para determinar si puede suponer el fin de la serie sísmica que se reactivó a finales de enero y que hasta el pasado 2 de febrero ha acumulado más de 1.158 seísmos en la zona, la mayoría con epicentro en Atarfe y Santa Fe.
Así lo ha explicado el catedrático de Física de la Tierra e investigador del IAG, Jesús Ibáñez, quien ha mantenido que actualmente «no se puede predecir lo que va a pasar».
Aunque en lo que va de semana «ha disminuido significativamente» y de forma progresiva la actividad, el experto mantiene que esta situación puede encuadrarse en un «momento de calma» que ya se ha repetido en otras ocasiones, como en la serie sísmica de 1979 que se prolongó durante varios meses en la Vega granadina y que tuvo periodos sin apenas temblores.
Los investigadores creen que si la tendencia se mantiene durante unas semanas ya se podría empezar a hablar del fin de la serie sísmica, pero por el momento prefieren ser «prudentes», pues actualmente «no significa nada» y un terremoto grande no tiene por qué ir acompañado de otros menores sino que puede aparecer «de la nada».
Ibáñez ha llamado así a la población y a las instituciones a aprovechar esta «oportunidad que nos está dando la naturaleza» para «prepararnos», revisar nuestros hogares, las instalaciones públicas, los protocolos y todo lo aprendido estos días, recordando que esta es una de las regiones con mayor actividad sísmica de la Península Ibérica.
El último informe actualizado del Instituto Geográfico Nacional data del pasado 2 de febrero, cuando empezó a disminuir significativamente la intensidad del enjambre sísmico. Ese día se produjo el último seísmo de magnitud superior a 3,0, que tuvo lugar a las 16,19 horas con epicentro en Chauchina y que, con 3,5 grados en la escala Richter, se dejó sentir en más de 60 localidades.
Desde el 23 de enero y hasta este momento se han localizado 1.158 terremotos, 27 de ellos de magnitud superior a 3.0. Desde el 1 de diciembre del año pasado, cuando se reactivó este enjambre sísmico, hasta el 2 de febrero se han calculado 1.263 terremotos en la zona, de los cuales 29 son de magnitud mayor o igual que 3,0 y 108 han sido sentidos por la población.
La sismicidad registrada es habitual en esta zona, que se enmarca dentro del sector central de las cordilleras Béticas, una de las regiones con mayor actividad sísmica de la Península Ibérica, fruto de la convergencia entre la placa Africana y Euroasiática una velocidad de unos 4-5 milímetros al año. En la provincia de Granada han ocurrido importantes terremotos a lo largo de la historia, siendo la cuenca de Granada la más activa sísmicamente.
El más antiguo del que se tiene constancia ocurrió en 1431 al sur de Granada que tuvo una intensidad macrosísmica de VIII-IX produciendo grandes daños en la Alhambra y el más virulento el de 1884 en Arenas del Rey, que alcanzó una intensidad de IX-X produciendo 839 víctimas mortales.
También destacan los terremotos de 1531 en la cuenca de Baza con intensidad VIII-IX y el de 1804 en la cuenca de Dalías con intensidad VIII-IX, que produjo gran destrucción en Dalias, Berja y Roquetas y 407 víctimas.