Mala calidad del aire: Tiempo perdido por la Junta

El gobierno andaluz podía haber hecho más desde que está en san Telmo, podría hacer muchísimo más para mejorar la calidad del aire en nuestra provincia.

Allá en el último trimestre de 2018, cuando las diferentes organizaciones políticas pedíamos el voto a las granadinas y granadinos en los comicios andaluces, sabíamos de la nefasta calidad del aire en Granada y su área metropolitana. Ya son numerosos los estudios que afirman que en nuestro país son más de 10.000 personas al año (las estimaciones de la Escuela Nacional de Sanidad son de 30.000) las que fallecen de forma prematura como consecuencia directa de la mala calidad del aire que tenemos en nuestras ciudades.

Enfermedades respiratorias, neurodegenerativas, ictus o infartos son algunos de las formas con las que se exterioriza las catastróficas consecuencias de una calidad del aire pésima. Laura Martín Sanjuan afirma en diversos artículos que 307.000 personas murieron prematuramente debido a la exposición a contaminación por partículas finas en la UE en 2019. Al menos el 58 %, es decir 178.000, de estas muertes podría haberse evitado si todos los Estados miembros de la UE hubieran alcanzado el nuevo valor guía de calidad del aire de la OMS de 5 µg/m³.

Esto muestra que las actuaciones en esta materia han de ser urgentes y es ahora cuando nos preguntamos, ¿qué ha hecho el gobierno de Moreno Bonilla para mejorar la calidad del aire en Granada? La respuesta es sencilla a la par que desoladora, nada. Y eso que los datos arrojados por la pandemia y su restricción de movilidad nos indicaban el camino a seguir, puesto que se redujo en un 57% las partículas de NO2 (nivel más bajo de la última década).

Con la desescalada se nos presentó una oportunidad para aumentar la flota de autobuses y, ¿qué se hizo? Se disminuyeron los servicios de autobús con la aglomeración de personas en el transporte público en tiempos donde la Covid-19 estaba en su momento más álgido. Esto conllevó a que, por temor de contagiarse y por no disponer de servicio de transporte en las horas necesarias para ir al trabajo, la población optara como primera elección el uso del transporte privado.

Y para disimular esta desidia y dejadez, el gobierno del PP y Cs constituyeron la mesa para la mejora de la calidad del aire en noviembre del pasado año, es decir, 3 años después de su llegada al ejecutivo andaluz. Esta mesa surgió con la hoja de ruta de reunirse en febrero de 2022 (fue finalmente un mes después) para planificar acciones para el año 2023. Este esperpento de reunirse para quedar para reunirse otra vez (como si fuera un sketch de los hermanos Marx) se une a la enorme espera para poner en marcha medidas efectivas.

Desde nuestra formación lo tenemos muy claro, nuestras propuestas a corto plazo se derivan en 3 ejes: autobús, bicicleta y caminar.

1. Autobús. Necesitamos con urgencia aumentar la frecuencia de paso para poder dar respuesta a todas las demandas de la población. Igualmente se debe elaborar el tan ansiado Plan Metropolitano de autobús que permita realizar un nuevo mapeo de Granada y de los pueblos del cinturón para abordarlos como una zona única y que no solo se conecte a estos con la capital sino entre los pueblos entre sí. Recordemos que muchos pueblos han crecido en estos años de manera exponencial y que no disponen de un servicio de transporte público adecuado.
2. Bicicleta. Se debe potenciar el uso de este medio de transporte sostenible. Es cierto que varios ayuntamientos han dado pasos para pacificar el tráfico transformando sus avenidas principales en ciclocalles, lo que supone un gran avance, pero bien es cierto que las carreteras de competencia autonómica y las rotondas que aparecen en las mismas son auténticos puntos negros puesto que la velocidad de los vehículos hace que la seguridad de las y los ciclistas brille por su ausencia. Solo basta con ver las diferentes rotondas de Ronda Sur. Por lo tanto, urge actuar sobre estas vías y puntos conflictivos a fin de pacificarlos.
3. Caminar. Tenemos en la actualidad numerosos caminos y senderos cortados por las diferentes carreteras en los que, además, no han habilitado zonas de paso seguro tanto para las personas viandantes como para aquellas que tienen tierras agrícolas en ambos lados. Tal es el caso de la situación que genera la vía A-4028 de Granada a Monachil donde la Junta se niega a implantar pasos de peatones y vías de paso seguras.

En definitiva, son 3 años perdidos por parte del gobierno de la Junta de Andalucía y mucho nos tememos que, debido a su dejadez, llegará el año 2023 y nuestra ciudad y todo su cinturón seguirá ostentando el primer puesto en mala calidad del aire.

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