Más de 3.200 hectáreas de secano en Baza se podrán convertir a regadío

Más de 3.200 hectáreas de secano en Baza se podrán convertir a regadío

  • Se proyectan 19 balsas con una capacidad de 1,26 hectómetros cúbicos, para la distribución de agua se instalarán más de 215 kilómetros de tuberías principales y 292 kilómetros de tuberías hasta parcela

La Comunidad de Regantes ‘Siete Fuentes Negratín’ de Baza ha presentado, ante la Delegación de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, la documentación técnica y el Estudio de Impacto Ambiental para el proyecto de modernización e implantación de más de 3.200 hectáreas de regadíos infradotados.

El agua para el regadío procederá del pantano del Negratín y de las fuentes tradicionales para completar la dotación de los cultivos mediante el sistema de riego localizado, en base a la reserva de 18,5 hectómetros cúbicos del pantano del Negratín que contempla el Plan Hidrológico.

Debido a que la implantación del regadío puede alterar indirectamente el hábitat de la mariposa ‘Euchloe bazae’, recientemente elevada a la categoría ‘en peligro de extinción’ en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, la Comunidad «es consciente de que debe implantar medidas para su conservación».

Así, en los terrenos adquiridos por la Comunidad para la construcción de edificaciones, balsas y placas fotovoltaicas, se realizarán algunas de las acciones recomendadas por el ‘Recovery Plan for the spanish greenish black-tip Euchloe bazae’, cuya elaboración ha sido liderada por ‘Butterfly Conservation of Europe’ y ha contado con el apoyo financiero de la Fundación Mava.

Como medida compensatoria, «se intentará recrear el hábitat de matorral subestepario con clima continental de la mariposa Baza mediante la siembra de las tres especies vegetales más emblemáticas para el lepidóptero: esparto (Stipa tenacissima), la oruga (Eruca versicaria) como alimento exclusivo de la larva y el romero (Rosmarinus officinalis) por ser la fuente de néctar más habitual para los adultos».

Para la conservación de la fauna en general es muy importante, además del mosaico de cultivos la existencia de pequeños reductos de vegetación natural en lindes, setos, caminos o riberas. «Por lo tanto se dispondrá especial atención, en los terrenos de la Comunidad a la conservación y regeneración de los setos en sus lindes y caminos», han asegurado.

En cuanto a las aves esteparias, la comunidad también plantea la construcción de tres charcas bebedero debido a que la escasa disponibilidad de puntos de agua es un factor limitante para las aves, más en los periodos críticos estivales del duro clima mediterráneo cuando se encuentran en plena cría.

Paralelamente a la tramitación administrativa de la modernización del regadío, la comunidad está llevando a cabo un plan de recuperación de fuentes y acequias históricas con el objetivo de que esos recursos sean aprovechados cuando se realicen las nuevas infraestructuras de riego.

Así, el proyecto planteado respetará las acequias que servirán para llenar las balsas desde donde parte la distribución de tubería para el riego por goteo y por otro lado servirán para la evacuación del agua de la vega cuando se produzcan lluvias torrenciales.

El presidente de la comunidad de regantes, José Antonio Azor, ha declarado que «con el estudio de impacto ambiental se da un paso más en la futura modernización del regadío, esperamos que la administración ambiental sea diligente y acelere el proceso de obtención de la autorización».

Por su parte, el concejal de Agricultura del Ayuntamiento de Baza, Juan Francisco Valero, ha elogiado las medidas de conservación que incluye el proyecto respecto a los lepidópteros y aves esteparias, destacando las posibilidades de desarrollo turístico del Altiplano por su rica fauna.

«Tenemos que considerar el auge del turismo de observación y de fotografía de lepidópteros y ornitológico y aprovechar nuestra riqueza en materia de fauna y su potencial para esta modalidad turística, siempre que sea conservacionista, por ejemplo, creando rutas de avistamiento, observatorios y formación de guías, ya que supone una mínima inversión para las empresas turísticas de la zona y un gran retorno económico», ha concluido Valero.

Uno de los miembros del equipo técnico que ha elaborado el Proyecto de Estudio de Impacto Ambiental, Pedro Castillo, ha proporcionado algunas cifras de lo que supone la modernización del regadío.

«El proyecto tiene una gran envergadura, por ejemplo, para la regulación y almacenamiento de agua se proyectan 19 balsas con una capacidad de 1,26 hectómetros cúbicos, para la distribución de agua se instalarán más de 215 kilómetros de tuberías principales y 292 kilómetros de tuberías hasta parcela, además se contemplan 11 impulsiones de agua y 15 estaciones de filtrado, una por cada sector», ha enumerado.

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