Niños Mutantes: de par en par

Niños Mutantes: de par en par

El escritor Javier Gilabert firma una crónica muy personal del concierto de Niños Mutantes ayer en el Teatro Bankia-Caja Granada

El de anoche iba a ser un concierto muy especial por muchas razones. En primer lugar porque suponía la puesta de largo de ‘Ventanas’, el último trabajo de la banda que, desde que viera la luz en pleno confinamiento (con un par) hasta el momento no había podido ser estrenado en directo; en segundo, porque asistir a un concierto tal y como están las cosas, con Granada sometida a nuevas restricciones –que obligan, sin ir más lejos, a que el segundo pase de esta noche se adelante, aviso a navegantes, dos horas- es, desgraciadamente, un acontecimiento único; y en tercero, como nos confesó Ángel Carmona (RN3), quien ejerció de Maestro de Ceremonias, no iba a ser un concierto, sino cincuenta: no sólo se retransmitiría en directo en Radio 3, sino que además se grabaría un documental que más adelante se podrá ver en las principales plataformas televisivas.

Con esas mimbres y un público ejemplarmente enmascarillado y sentado en el par de centenares de sillas que, con la debida distancia de seguridad, se distribuían en un teatro sobriamente decorado, los Mutantes hicieron su aparición en escena y comenzaron a abrir las Ventanas. ‘Camino perdido’, ‘Palabras para Julio’y ‘Una noche’ fueron los tres cortes seleccionados para ir abriendo boca. Ante la imposibilidad de bailar y saltar, con los brazos en alto y acompañamiento de palmas los asistentes confirmaron lo que los músicos necesitaban saber: funcionaba. Bastaron esos tres temas para que Juan Alberto, Migue, Nani, Andrés y el quinto Mutante, Tony Jiménez, se soltaran sobre las tablas y lo dieran todo.

No sólo sonarían los nuevos temas. Clásicos ya de su repertorio como ‘Náufragos’, ‘Sin pensar’, ‘NM’ o ‘Hermana mía’ se fueron intercalando con los cortes del último disco en una primera andanada: ‘La ausente’, ‘Oxígeno’, ‘Todo tiene un precio’ y ‘Un tiro en el pie’.Todas ellas perfectamente encajadas en el set list, conformaron un primer bloque al que daría paso otra selección de canciones de trabajos anteriores como ‘Las noches de insomnio’, ‘No continuar’, ‘Te favorece tanto estar callada’ –con las ya clásicas dedicatorias a personajes como Miguel Bosé, Trump o (mención especial) Ayuso, en una de las pocas intervenciones de Juan Alberto-, ‘Globo’, ‘No puedo más contigo’ y ‘Errante’, santo y seña de la banda, con la que dieron por finalizado el concierto… O eso parecía, porque el público puesto en pie –ordenadamente y sólo esa vez, todo hay que decirlo- pedía más a voz en grito. Y tuvo más. ‘No una más’ (también de ‘Ventanas’), si no que ‘Pura vida’, ‘Todo va a cambiar’ y ‘La voz’ completaron un show de más de hora y media en el que el grupo demostró de nuevo que el Sonido Mutante, con mayúsculas, tiene una madurez y una calidad indiscutibles.

Con una puesta en escena impecable, los Niños Mutantes por fin pudieron abrir de par en par sus ‘Ventanas’ y créanme que merece la pena asomarse a ellas. Y vayan, asistan a los conciertos porque –también lo dijo Juan Alberto- la música en directo, además de suponer un sector importantísimo para la economía de nuestro país, del que dependen miles de trabajadores, es una de las pocas cosas que puede ayudarnos a pasar mejor este trago que nos ha tocado vivir. La cultura se puede hacer de forma segura. Anoche se volvió a constatar y hoy, con el cartel de ‘Soldout’ colgado, unos Niños, los Mutantes, volverán a demostrarlo.

Disfruten de la música. Todo lo demás se destruye rápido.

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