Para el gobierno andaluz es más importante ponerse un casco de obra que una bata sanitaria

Los servicios públicos en Andalucía se han visto deteriorados a pasos agigantados desde que la derecha y la extrema derecha se han aliado en nuestra tierra. La salud, la educación y los servicios sociales (garantes del estado del bienestar) se han convertido en gigantes de barro debido a políticas neoliberales basadas en el debilitamiento de la gestión pública para crear el caldo de cultivo perfecto para acudir, posteriormente, al sector privado en modo de “salvavidas” para mostrar a la opinión pública que lo privado es garante de buena gestión y de optimización de recursos. No más lejos de la realidad, el gobierno andaluz acudió al sector privado para eliminar las listas de espera en la sanidad y no solo no se han eliminado, sino que estamos en tasas similares a las que teníamos a fechas anteriores de la aplicación de esta política.

Moreno Bonilla afirmó el pasado jueves 17 de septiembre en la entrevista en el programa “A dos voces” de RTVA que “los recursos económicos son los que tenemos y llegamos hasta donde llegamos”. Aquí es donde volvemos a recordar los sucesivos regalos fiscales que ha realizado el gobierno de Moreno Bonilla a las clases más pudientes de Andalucía, así como la bonificación del 100% de la tasa de las máquinas tragaperras. De aquellas lluvias, estos lodos, de aquellos regalos económicos, esta falta de financiación para los servicios públicos.

Y el gobierno andaluz, lejos de reforzar la Sanidad desde la Atención Primaria hasta las Urgencias pasando por cada una de las plantas de los hospitales y de las UCIs decide presentarse con casco en mano con una batería de construcciones que pueden ser necesarias pero que obvian, sin lugar a duda, lo prioritario en este momento de crisis sanitaria que es el refuerzo urgente e inmediato del sistema sanitario y educativo.

Y en esas estamos, en el ámbito de la enseñanza con centros educativos masificados como en períodos preCovid, sin efectuar la bajada de ratio tan necesaria para contener la difusión del virus y con varias provincias sin servicio del comedor escolar (servicio imprescindible para la conciliación familiar, laboral y personal, así como para ayudar en la alimentación a las familias más vulnerables). Una política más que deficiente para prevenir el contagio entre la Comunidad Educativa. Comunidad que sí ha puesto todo su esfuerzo, a pesar de no tener los conocimientos sanitarios, para tener una entrada segura al cole dejando claro que están muy por encima del gobierno andaluz.

En el ámbito sanitario la situación no es solo para protestar sino también para estar muy preocupados ante la inminente segunda ola de este terrorífico virus que nos está azotando. A fecha de 18 de septiembre (día de elaboración del presente texto) en Andalucía tuvimos un incremento en solo 24 horas de un 3´51% lo que suponen 1.617 positivos por PCR más que el día anterior, con 94 ingresos (15 de ellos en UCI) y 6 personas fallecidas y con un índice de contagio de 134,80 personas por cada 100.000 habitantes. Estos datos nos arrojan una situación escalofriante ya que es la mayor subida diaria en la segunda ola de la pandemia y nos indica no solo que la Junta no ha hecho los deberes durante el verano, sino que carece de mimbres para abordar un otoño muy preocupante.

Los Centros de Atención Primaria deben ser la piedra angular sobre la que se deben sustentar la detección, el rastreo y el seguimiento de los nuevos casos de Covid así como del tratamiento de las demás patologías que sufre la población ya que las personas con Covid o sin él siguen sufriendo dolencias y patologías derivadas de su edad, de su estado de salud o simplemente de forma coyuntural por alguna situación que requiera atención médica. Pero la realidad en Andalucía en cuanto a la Atención Primaria es, cuanto menos, desoladora.

Servicios como Salud Responde no hace honor a su nombre puesto que las llamadas que realizan las personas usuarias a este sistema se eternizan sin poder obtener respuesta a sus demandas a causa de tener un sistema desbordado con poca plantilla para la enorme carga de trabajo. Problemas estructurales que tenía el SAS como la falta de personal se han agudizado de manera exponencial, la falta de cobertura de las bajas de las y los profesionales ocasionan que la atención primaria se demore semanas para que un paciente pueda ser atendido y de forma no presencial. Es decir, se atiende tarde, con demora y solo por teléfono lo que crea malestar entre las usuarias y frustración y estrés entre la plantilla. A estos problemas se unen, si fuera ya poco, dos parámetros muy importantes: el tiempo de atención y los PCRs realizados a la población. En primer lugar, el escaso tiempo de atención por paciente del que disponen las y los médicos de atención primaria donde tienen que analizar casos tan importantes como de violencia machista en unos escasos minutos debe ser un aspecto a tener en cuenta al igual que el revertir el deshonroso podio que ocupa Andalucía de ser la Comunidad Autónoma que menos PCRs ha realizado por número de habitante.

Estos hechos ocasionan un “cuello de botella” que debe ser corregido de forma urgente. Y esas soluciones pasan por el aumento de personal en todos y cada uno de los departamentos del SAS (atención primaria, salud responde, rastreo…), por la mejora de las condiciones laborales de la plantilla de dichos departamentos (reducción de ratios/cupo médico, mejora salarial…) así como de todos los servicios que la Junta haya privatizado en el sector sanitario, aumentar la colaboración con entes de investigación sanitaria como las Universidades o la Escuela Andaluza de Salud Pública dotándolas de la financiación necesaria para desempeñar su trabajo y difundir la enorme labor que realizan.

Otras soluciones deben ir aparejadas de la colaboración con la administración más cercana a la ciudadanía, los ayuntamientos, tanto en aquellos donde la aglomeración de personas sea importante, bien de forma estructural o coyuntural, como en aquellos núcleos rurales donde el acceso a los servicios públicos está más limitado. La creación de dobles circuitos de acceso a los centros de salud, la desinfección de los mismos o la creación de nuevos espacios en aquellos núcleos de población donde estos se necesiten no solo se deben planificar, sino que ya deberían ser una realidad.

Son muchas las limitaciones con las que se encuentran en su día a día tanto la plantilla como las personas usuarias de la sanidad pública andaluza y son pocas las soluciones las ofrecidas por el gobierno andaluz en esta materia. Batería de medidas para ayudar al juego de azar y a los grandes constructores hemos escuchado de forma rápida, pero pocas en lo que nos importa de verdad, que es la salud de todas y de todos. El gobierno andaluz prefiere ponerse el casco de obra que la bata sanitaria.

CATEGORÍAS

COMENTARIOS

Wordpress (0)
Disqus ( )