Podemos Granada denuncia el machismo de los nuevos presupuestos de la Junta
- Para el partido partido los presupuestos acordados por PP, C’s y Vox incluyen un inaceptable recorte en derechos sociales y políticas de igualdad
Para Podemos Granada los acuerdos alcanzados por los tres partidos socios en el gobierno andaluz (PP, C’s y Vox) sobre los próximos presupuestos suponen un retroceso brutal en derechos sociales y políticas de igualdad, impensable en nuestra época, según un comunicado.
Primero, porque unos presupuestos que pretenden acabar con el principio de «Transversalidad de género» para sustituirlo por el “Principio de igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres” (medida 2ª) incurren en un error normativo enorme y en una profunda confusión. Intentar que desaparezca la herramienta que posibilita la igualdad real a la que está obligado cualquier gobierno es cometer un incumplimiento de la propias normas autonómicas. Pero hacerlo, como señalan, «como mecanismo integrador de las diferentes opiniones e ideologías» es llevar al campo de la ideología lo que es un precepto legal.
Segundo, porque demuestran una vez más el empeño en acabar con los recursos destinados a la violencia de género y la intención de diluirla o hacerla directamente desaparecer bajo otras denominaciones (“violencia intrafamiliar”), que ni tienen las mismas raíces ni impactan de la manera en que lo hace la violencia de género sobre el colectivo de niñas, mujeres y colectivos LGTBIQ.
Podemos Granada rechaza cualquier forma de violencia (sea contra las mujeres, hermanas, hermanos, ancianos o ancianas) pero recordamos que la especificidad de la violencia de género reside en un problema global y estructural de discriminación específica contra las mujeres, subordinadas a una vida sin los mismos recursos y bajo el poder y control del varón. La violencia intrafamiliar tiene sus propios recursos y su propia legislación, por lo que la atención a la violencia de género desde las instituciones debe ser máxima.
Tercero, porque preocupa seriamente la total ausencia en estos presupuestos a la atención de los derechos humanos, presentándonos medidas que persiguen la inmigración irregular sin atender a que son seres humanos con auténticos motivos (normalmente guerras y persecuciones) que les hacen emigrar. Este enfoque colonizador se deja notar en el Programa 1492: un nuevo mundo, presentado como la gran empresa innovadora y colonizadora, insensible a la denuncia internacionalmente explícita sobre aquella «empresa» como colonizadora, expropiadora, aculturadora y violentadora de derechos humanos.
Estos presupuestos impulsarán un modelo alejado de la realidad, inhumano y precario. Un modelo lesivo para la autonomía de las mujeres (tutelando a las embarazadas como a menores de edad), que pone en duda e intenta invisibilizarel grave problema de la violencia de género, incidiendo en procesos anacrónicos de imperialismo y supremacismo geopolítico y obviando la necesidad de inyectar recursos en los ejes esenciales de violencia, salud pública, inmigración, educación pública y trabajo digno.
