¿Por qué muchos jóvenes desoyen las recomendaciones de distanciamiento social?

¿Por qué muchos jóvenes desoyen las recomendaciones de distanciamiento social?

  • Manuel Mariano Vera, decano del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía, repasa las claves de esta actitud a la vez que realiza unas recomendaciones a los padres

El fin del estado de alarma ha supuesto el relajamiento de algunas de las restricciones impuestas por las respectivas administraciones. La ampliación de horarios para la actividad comercial y el cese del toque de queda ha provocado que algunos se hayan olvidado de que la pandemia sigue vigente y el riesgo es latente. Han sido muchas las imágenes que se han visto este fin de semana por toda la geografía española de jóvenes bebiendo en las calles, sin mascarilla y sin guardar la recomendada distancia social.

Pero, ¿por qué muchos jóvenes desoyen las recomendaciones de las autoridades sanitarias con respecto al distanciamiento social? Según Manuel Mariano Vera, decano del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía, “una de las características de la adolescencia y de la juventud temprana es un sentimiento de imbatibilidad. Este ha reforzado determinadas conductas, junto con el hecho de que la Covid19 no afecta de igual manera, en la mayoría de casos, a edades más tempranas. Además, el sentimiento de rebeldía y predilección por la transgresión de las normas, durante la adolescencia, prevalece en algunos casos”.

En este sentido, el decano del COPAO resalta que no todos los jóvenes actúan de la misma manera y que, por supuesto, hay también otros muchos que actúan con responsabilidad y que sí siguen a rajatabla las recomendaciones de los expertos. Pero hay otro gran porcentaje que no lo hace y que está motivado por otros factores, además de los mencionados, como “el hecho del sentimiento de pertenencia a un grupo, que es muy importante en esta etapa, y su máxima expresión es mantener una relación asidua y estrecha. Mantenerse aislado, en casa y con sus padres, es entendido por ellos como un castigo más que como una precaución”.

“Es propio de la adolescencia la búsqueda de la transgresión”, agrega Manuel Mariano Vera, quien destaca que “se ha llegado a un punto en que esa transgresión de las recomendaciones se ha normalizado entre los más jóvenes”. Y añade que “las ganas y las ansias por recuperar lo que ellos consideran un ‘tiempo perdido’ durante los meses de confinamiento está siendo también determinante. El sentimiento de euforia les hace olvidar el mantenimiento de las medidas, alimentado por el consumo de alcohol y otras sustancias”.

El máximo responsable del COPAO entiende también que estos jóvenes que están incumpliendo las recomendaciones “tienen la sensación de estar perdiéndose nuevas experiencias vitales por culpa de las medidas de distanciamiento social. Muestran señales de dificultad para gestionar su tiempo”.

Además, para concluir en esta parte del análisis, el conocido psicólogo granadino recuerda que “la adolescencia es un momento en que los jóvenes se distancian más de sus padres y del resto de la familia”.

Recomendaciones para padres

Ante ese distanciamiento de los jóvenes con la familia, Manuel Mariano Vera ofrece una serie de recomendaciones para los padres, con el fin de afrontar de la mejor manera posible la situación de pandemia actual con respecto a sus hijos. “No hay que recurrir a la prohibición, sino que es mejor optar por una negociación”, afirma el decano del COPAO, quien arguye que “hay que exponer de manera clara que se trata de un virus y que es complicado saber quién puede o no estar contagiado. Y explicar que, aunque a ellos no les afecte demasiado el virus, pueden comprometer seriamente la salud de sus convivientes, familiares o seres queridos”.

Además, Manuel Mariano Vera aconseja a los progenitores que traten de entender la frustración de sus hijos “por no poder ver a los amigos. Escuchar lo que sienten, validar esos sentimientos. Hay que intentar motivarlos para ser creativos y tratar de buscar otras maneras de relacionarse”. De la misma manera, también ayudarles en “minimizar el impacto de pérdidas como una fiesta de graduación, un viaje de fin de curso o una función de teatro en el instituto”.

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