¡Qué viva el dragón y la madre que lo parió!

Este mes toca día del libro, que ilusión y esta vez de verdad, y encima es mi santo: felicidades a los Jorges, Jordis, Georginas, Jorgas y dragones. Pobre dragón, el que estaba ahí sin meterse con nadie… yo cada vez me identifico más con los malos y con los dragones de los cuentos, sobre todo con Úrsula ¿Se puede ser más insoportable que la sirenita? Ve a un tío cinco minutos en la proa de un barco, se enamora profundamente de él y se quiere ir de su casa para buscarlo, así, sin hablarle ni nada, sin saber tan siquiera si le gusta la ensaladilla rusa o es alérgico al pescado… poco le pasa a esa criatura para su coeficiente intelectual. En fin, que me desvío. Este mes os voy a proponer un libro superchachi, se llama «Los asesinatos de Coleraine» y ¿quién ha escrito este libro? Pues servidora, yo pienso que es muy malo, pero el caso es que me dieron un premio, así que me imagino que tiene que estar medio bien. A ver si os lo compráis mucho que reviente las ventas de la editorial y consigo que me desbloquee la editora, ja,ja. ¡Hola, Cristina! Y bueno, volviendo al tema, ¿este libro de qué va? pues va de unos asesinatos en un pueblo de Irlanda, tranquilos que no voy a destriparos el final… ¿los asesinados quiénes son? Pues son gente que me caía mal en ese momento, bueno y todavía no me caen, ¿no habéis probado nunca a matar literariamente o a putear literariamente a la gente que os cae mal? Probad, es maravilloso. Escribir es como dejarte un peso encima de la hoja, lo escribes, lo asimilas y parece que pesa menos, por eso empecé yo a escribir, porque me pesaba todo mucho y cuando comencé a matar a mis pesos me sentí mucho mejor. Y ¿la prota quién es? Pues nada, yo que soy un poquito abogada de pobres y no me gusta la gente que se mete en la vida de los demás me inventé un personaje juzgado, envidiado y odiado… un dragón, y es que hay veces que los dragones tienen sus motivos para achicharrar gente. Con esto no quiero decir que sea ella la asesina ni que yo defienda a los asesinos, no va por ahí la cosa, yo lo que defiendo es la verdad de la gente, no me fío de las apariencias ¿es el asesino el que lo parece? ¿podemos hacer a alguien el asesino solo con nuestra opinión? ¿por qué nos dejamos llevar por los qué pensamos que aparentan los demás? Bueno, y luego están los que directamente se inventan la vida de la gente porque se aburren o porque la envidia les corroe y su vida les agobia, como diría Alaska. Conozco gente que se tira a los maridos de sus amigas y luego van criticando si la amiga del marido tirado es puta o no… ¿Cinismo? No. Dime lo que opinas de los demás y de las cosas que hacen y te estarás retratando, querido; en todas las opiniones que escupimos dejamos reflejada nuestra vida, ejemplos hay muchos: «mira esa la falda que se ha puesto»: envidia. «Mira aquella que mala madre»: me siento una madre de mierda así que voy a juzgar a esa para que lo mío pase más desapercibido y me sienta mejor … El día que nos demos cuenta de que la opinión de los demás es su propia mierda el mundo será otro. No son los demás, su aspecto o sus acciones lo que nos molesta, es lo que nos gustaría hacer a nosotros o lo que hacemos mil veces peor. Para todos los criticones, juzgones, clasistas y demás fauna amarga existencia os deseo que por este día del libro os achicharre el dragón.

Pd. Ya viene la época esa en que opinamos sobre cuerpos, blancuras, lorzas y demás…. La gente ya tiene espejo en su casa, ya sabe si es blanca, pequeña o cuántos kilos pesa, no hace falta que se lo recalquéis y si lo hacéis ojalá que el dragón sus lleve. Como diría la Pantoja: compraros una vida, coño.

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