Se cumplen años sin noticias de la joven desaparecida en Motril

Se cumplen años sin noticias de la joven desaparecida en Motril

  • María Teresa Fernández desapareció el 18 de agosto de 2000, cuando tenía 18 años, en la Avenida de Andalucía de Motril, en pleno centro de la ciudad, desde donde iba a encontrarse con unos amigos

La familia de la joven de Motril María Teresa Fernández, quien desapareció hace 20 años este martes, 18 de agosto, en una céntrica calle del municipio costero cuando se dirigía a encontrarse con un grupo de amigos, no pierde la esperanza de saber qué ocurrió y «qué le ha podido pasar».

Así se ha pronunciado su padre, Antonio Fernández, en declaraciones a Europa Press, cuando se cumplen dos décadas de aquella reunión que no se llegó a producir para asistir a la feria. No hay novedades de relevancia en la investigación sobre su paradero desde 2012, si bien el Juzgado de Instrucción 5 de Motril la mantiene abierta.

La Policía Nacional, que mantuvo estrecha colaboración con Interpol en esta investigación, recientemente ha descartado que pudieran existir nuevos indicios, según ha agregado el progenitor, que pudieran servir para aclarar lo sucedido, como en un principio se pensó.

Antonio Fernández sigue en contacto con Policía Nacional, y relata que esta situación de incertidumbre en que él y su mujer, Teresa Martín, se vieron instalados hace 20 años es «la peor enfermedad» y «no tiene remedio» que no pase por saber de la joven, quien despareció cuando tenía 18 años.

La familia, que se planteó hacer algún acto de recuerdo en el 20 aniversario de la desaparición, lo descartó finalmente por evitar en lo posible la propagación de la pandemia de covid-19, ha explicado Fernández.

María Teresa Fernández desapareció el 18 de agosto de 2000, cuando tenía 18 años, en la Avenida de Andalucía de Motril, en pleno centro de la ciudad, desde donde iba a encontrarse con unos amigos para posteriormente trasladarse hasta el recinto ferial, ubicado a unos dos kilómetros de allí.

Desde un primer momento, los padres descartaron la posibilidad de que María Teresa se escapara de casa porque no encuentran razones para ello. A parte de pistas que finalmente no llevaron a nada, apenas se sabe que la joven mandó un mensaje corto al móvil de su novio que decía: «puede que tarde pero voy, espérame».

Hace diez años, el Ayuntamiento de Motril impulsó una campaña para «mantener viva» la memoria de la joven María Teresa Fernández cuando se cumplió una década de su desaparición, y han sido habituales en estos años los carteles con su fotografía en los espacios públicos de la comarca.

Cuando se cumplieron 15 años de la desaparición, los padres de María Teresa Fernández solicitaron al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Motril los trámites para declararla como fallecida para «evitar futuros problemas con la herencia» a las otras dos hijas del matrimonio.

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