Un aviso por venta de alcohol a menores acaba con un agente atropellado y un conductor ebrio detenido
La Policía Local de Granada ha detenido a un conductor que el domingo por la tarde atropelló a un agente cuando circulaba bajo los efectos del alcohol en el entorno de la calle Buensuceso, adonde los policías se habían dirigido previamente tras recibir el aviso de que un pub estaba sirviendo alcohol a menores además de triplicar su aforo.
Los hechos se desencadenaron en torno a las 19,15 horas del domingo, cuando los agentes recibieron aviso de que en un local de la calle Buensuceso había menores de edad a los que se les estaba sirviendo bebidas alcohólicas. A su llegada, la unidad comprobó que la calle estaba atestada de jóvenes, de entre 14 y 18 años, que estaban consumiendo en el establecimiento.
Los agentes desalojaron el local, donde contaron a unas 218 personas, cuando su aforo es de 73, y pidieron refuerzos de una segunda dotación policial que apoyó en las labores de identificación de los menores que estaban consumiendo y en la denuncia del establecimiento de ocio en cuestión, según detalla la Policía Local en su cuenta de Twitter.
«La situación estaba controlada, el pub y la calle se habían desalojado» y los agentes estaban dispuestos a marcharse para continuar el servicio cuando pasó el conductor de un turismo y comenzó a insultarlos, ante lo que procedieron a darle el alto pero éste se negó.
Ya en la puerta de su cochera, «decidido a meter el coche sin detenerse», dio «un acelerón y una mujer que salía de este garaje se tuvo que apartar para no ser atropellada, cayendo al suelo y causándose lesiones». Un agente que vio la escena se puso delante de la mujer para evitar el atropello y se llevó un fuerte golpe del vehículo en la rodilla, pero el conductor siguió sin detenerse hasta aparcar su coche en su plaza de aparcamiento.
Una vez aparcado se negaba a bajarse del vehículo y cuando los agentes consiguieron que lo hiciera se percataron de que había consumido bebidas alcohólicas, tras lo que fue detenido y está investigado por desobediencia, lesiones a la mujer que cayó al suelo, atentado a un agente de la autoridad, conducción bajo los efectos del alcohol y negativa a someterse a las pruebas. Durante el traslado, el detenido «no paró de darse cabezazos en la mampara del vehículo policial».
