Abbott, certificada como ‘Espacio cerebroprotegido’ en su planta de producción e I+D en Granada
Abbott ha sido certificada como ‘Espacio cerebroprotegido’ en su planta de producción e I+D en Granada por la Fundación Freno al Ictus por realizar formación entre sus empleados para identificar, estabilizar y actuar en caso de presentarse un ictus en su centro de trabajo o en su entorno familiar y social.
El presidente de la Fundación Freno al Ictus, Julio Agredano, ha hecho entrega de la certificación a Alberto Suarez, director de la planta de producción e I+D de Abbott Granada, José M. López y Juan A. Polaina, responsables de los centros de Investigación y Desarrollo de Productos, en un acto en el que se ha puesto de manifiesto la importancia de la actuación ante los síntomas de esta enfermedad cerebrovascular.
El proyecto ha consistido en la formación del 35 por ciento de la plantilla de Abbott en Granada, representando 87 empleados de la fábrica formados y preparados para identificar y actuar en caso de ictus. El alcance de esta formación garantiza cobertura de personal formado ante esta enfermedad cerebrovascular en los tres turnos de la fábrica
«Este es un paso más en nuestro compromiso con la salud de nuestros empleados y de nuestra sociedad. Abbott es una compañía que se dedica al cuidado de la salud, y con esta iniciativa nos sumamos a poner freno al ictus», ha señalado el director de Abbott Granada.
Durante el acto, Julio Agredano insistió en que «el tiempo de actuación es fundamental para salvar vidas y evitar secuelas, gracias a la formación implantada en la planta de producción de Abbott en Granada, sus empleados podrán ser los primeros en activar el protocolo «código ictus» si un caso ocurre en sus instalaciones y ser el primer eslabón de la cadena de supervivencia ante la enfermedad».
Informar a la población es clave en la lucha contra esta enfermedad, que según cifras de la Sociedad Española de Neurología (SEN) en España unas 120.000 personas sufren un ictus cada año, de los cuales al menos un 15 por ciento fallecerá y entre los supervivientes, en torno a un 30 por ciento quedará en situación de dependencia funcional.
