El peligro de publicar un tweet

El pasado miércoles, el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), presentó los resultados de su último barómetro sobre “Efectos y consecuencias del Coronavirus”. Un servidor, nunca le presta mucha atención a este tipo de encuestas y les confieso, que es la primera vez que me pongo a mirar los resultados con detenimiento. Para el 54.6% de la población, su opinión sobre nuestra labor ha mejorado, mientras que para el 16.6%, ha empeorado. El 11% no sabe y no contesta. El resto, hasta el 100%, hay una amalgama de opciones con las que prefiero no aburrirles.

El Ministerio de Educación y Formación Profesional se hizo eco a través de Twiter de los resultados de dicho barómetro, donde ponía, y cito textualmente “El personal docente, entre los colectivos mejor valorados por los españoles según el barómetro del CIS publicado hoy (seguido de tres emoticonos de aplausos)”. Mi cara de asombro e indignación, les aseguro que no tuvo desperdicio.
Me asombra que el Ministerio capitaneado por Isabel Celaá, nos haya puesto en valor y visibilizado, pero a su manera. Estamos a las puertas de la aprobación de la LOMLOE, su polémica ley educativa. La va vendiendo por los medios de comunicación como la panacea para nuestro sistema educativo, llenándose la boca con sus parabienes, pero obviando que es una ley para la que no ha contado con las opiniones de familias, docentes, colectivos, otras tendencias políticas.

Tenía la ilusión que, al tener un Gobierno progresista y de consenso como nos habían repetido hasta la saciedad, esta vez tuviésemos una ley educativa progresista y de consenso. Progresista lo dudo, me parece una continuación levemente tuneada de la nefasta Ley Wert. Supongo que, en lo referente al consenso, habrá llegado exclusivamente entre sus socios de gobierno, en lugar de hacer, por fin, una ley realmente consensuada entre todas las fuerzas políticas. Sé que se tardaría mucho tiempo en llegar a tener esa ley totalmente consensuada, pero nos daría a la sociedad la tranquilidad de que al igual que su parto, sería larga en el tiempo. De ilusiones se vive.

Otra de las cosas que me indignaron del Tweet es que se refirió solo al “personal docente”. Escrito así, no le verán nada raro, ya que están valorando muy bien a los maestros/as, profesores/as, educadores/as… y aunque en la pregunta del CIS es lo que se cita textualmente, me comen los demonios que fuera de esa felicitación deje al personal de administración y servicios. Ese personal de mantenimiento que hace malabares para tener nuestros centros lo mejor posible con las limitaciones económicas y presupuestarias que tenemos. Ese personal de limpieza que se están dejando las manos higienizando cada estancia de los centros educativos varias veces al día para mayor seguridad de la comunidad educativa. Ese personal de secretaría que se comió, entre otras cosas, la matriculación “online” del curso pasado, cogidos al teléfono o al teclado de sus ordenadores permanentemente…

Parece que, para el CIS y el Ministerio, ese increíble trabajo, no es como para referirlo, aunque en realidad, son imprescindibles.
Termino mi indignación sobre el famoso tweet. Dice “mejor valorados por los españoles”. ¿Dónde ha quedado el lenguaje inclusivo que tanto defienden? En su LOMLOE, han tenido especial cuidado ante eso, añadiendo veintisiete veces la palabra “madre” junto a la palabra “padre”; trece veces “niñas” junto a “niños”; noventa y nueve veces “alumnas” junto a “alumnos” y nueve veces “profesoras” junto a “profesores”. Nos da un total de ciento cuarenta y ocho modificaciones de lenguaje inclusivo de la LOE a la LOMLOE, a lo largo de sus doscientas páginas. En un tweet de dieciocho palabras, no han sido capaces de hacerlo.

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