La Junta destroza la educación de nuestros pueblos

Este pasado viernes toda la Comunidad Educativa nos sorprendimos, una vez más, con el Delegado de Educación en Granada, Antonio Jesús Castillo, al leer varias declaraciones suyas sobre la eliminación de los cursos de 1º y 2º de la ESO de las zonas rurales que pretende realizar de manera unilateral sin contar con la opinión del profesorado, AMPAS, alumnado, sindicatos de enseñanza…:

“Los jefes de estudios de los institutos a los que estos alumnos (los que han cursado 1º y 2º de la ESO en sus colegios en las zonas rurales) llegan a tercero de la ESO le han manifestado el menor rendimiento académico de éstos. No existe ningún informe que avale este sentir. Cuando llegan los niños al instituto se nota bastante”.

No contento con tildar, sin ningún informe, a estos colegios como centros donde el alumnado consigue menor rendimiento académico continúa acusando que en los mismos no se imparte con la calidad suficiente diciendo que el cambio de la supresión de estos cursos “se hará lo antes posible para que el mayor número de alumnos estén en el sistema con la mayor calidad”.

Termina comentando que la “situación no se sostiene” y que debe cambiar “cuanto antes”. Señor delegado, lo que no se sostiene es que usted se ampare en “sentires” y no en informes para llevar a cabo esta actuación, lo que no se sostiene es que usted falte el respeto a cientos de maestros y maestras que hacen una labor extraordinaria en todos los centros a los que ha tachado como de “menor rendimiento” y donde muchas de ellas y de ellos hacen decenas de kilómetros para ir a trabajar y sacarle la mejor de las sonrisas y la mayor formación a su alumnado para que usted ahora los acuse de bajo nivel académico. Lo que no se sostiene es ese desprecio continuo que realiza a la comunidad educativa. Lo que no se sostiene es a usted de delegado de educación.

He tenido la enorme suerte de trabajar en varios de los centros que se verán perjudicados por esta medida impuesta por usted. Tanto en Zafarraya como en Olivares he podido comprobar durante dos cursos académicos como mis compañeras y compañeros eran excelentes profesionales que han garantizado una correcta formación académica, personal y humana a las niñas y niños que tenían a su cargo.

Igualmente, yo estudié en un colegio donde llegaba hasta segundo de la ESO y puede ver tanto mi expediente como el de mis compañeras y compañeros para comprobar que lo que usted afirma de “tener menor rendimiento” no es solo falso, sino que es un mantra que usted se repite a asimismo para autoconvencerse sobre esta decisión que solo traerá un ataque indiscriminado contra nuestros pueblos y nuestras zonas rurales donde provocará numerosas consecuencias negativas para los mismos: pérdida de puestos de trabajo, el envejecimiento de sus habitantes, la puesta en peligro de estos ante la supresión de este servicio básico esencial como es la educación y el desarraigo poblacional al municipio manifestándose en la pérdida de consumo interno y en la desafección hacia los problemas municipales. Estos problemas se unen a los que sufrirán las pequeñas y los pequeños que se verán obligados a cursar sus estudios lejos de su pueblo: recorrerán decenas de kilómetros diarios teniendo en cuenta las condiciones climáticas adversas, jornadas más largas, comer a deshoras, esperas interminables para que las empresas de transporte optimicen sus viajes…

Esta reordenación es uno de los muchos ejemplos de una política educativa errónea por parte de la Consejería de Educación que debe dar marcha atrás para que no se lleve a cabo esta medida en ninguna de las provincias andaluzas puesto que va en detrimento de una educación pública de calidad y no combate la Andalucía vaciada.

Señor delegado, retire la reordenación educativa que pretende llevar a cabo, pida perdón al cuerpo de maestras y maestros por sus desafortunadas palabras y deje su cargo para otra persona que escuche a la Comunidad Educativa y que valore la labor de las y los miles de docentes que se desviven día tras día con su alumnado.

Por lo tanto, muestro mi más rotundo apoyo a los colegios públicos de las zonas rurales y rechazo la reordenación educativa en el primer ciclo de Educación Secundaria Obligatoria que usted pretende realizar.

Y recuerde señor delegado, las personas tenemos dos oídos, dos ojos y una boca para escuchar y ver el doble de lo que hablamos y usted, habla mucho y escucha muy poco a la Comunidad Educativa.

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