Una veintena de propietarios de la Vega activan la Agrupación de Ecoproductores de Madera de Chopo

Una veintena de propietarios de la Vega activan la Agrupación de Ecoproductores de Madera de Chopo

Al menos 20 propietarios de terrenos de la Vega de Granada han dado esta semana los primeros pasos para constituirse como Agrupación de Ecoproductores de Madera de Chopo, la primera de España, auspiciada por Life ‘Wood for Future/Madera para el futuro’, un proyecto financiado por la Unión Europea para impulsar una bioeconomía basada en este árbol en la provincia de Granada.

Los propietarios asistieron este lunes a una reunión de trabajo organizada por la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España (COSE), el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) de la Junta de Andalucía y la Universidad de Granada (UGR).

La gerente de COSE, Patricia Gómez, y el representante de la Asociación Forestal de Navarra, Eduardo Montero, explicaron los trámites administrativos que deben seguir los propietarios para constituir la agrupación, elaborar un plan de gestión común y obtener la Certificación Forestal Sostenible de grupo que les permitirá obtener mayor rentabilidad de sus cultivos.

Gómez, según informó Wood for Future en una nota, destacó que la creación de la agrupación facilitará la aplicación de tratamientos selvícolas para mejorar la calidad del producto y hacer selvicultura preventiva; permitirá conseguir ayudas a través de las administraciones públicas y la Unión Europea; favorecerá su participación en proyectos de innovación y mejora de las plantaciones; y les ayudará a «negociar desde una posición más fuerte la venta de su producción».

Madera para el Futuro se hará cargo de los trámites y los gastos derivados de la constitución de la agrupación y ofrecerá a los propietarios asociados diversos incentivos económicos. Los ecoproductores se comprometen a mantener un marco (distancia entre árboles) de 5×5 o 6×4 metros; usar planta certificada de viveros locales; incorporar al suelo los restos de poda y los tocones para nutrirlo y retener el carbono capturado; usar abonos ecológicos y, solo en caso de extrema necesidad, productos fitosanitarios; y mantener una banda de vegetación de chopos, arbustos o herbáceas en los límites de la parcela.

A cambio, durante el primer año recibirán hasta 1.400 euros por hectárea para comprar y plantar los chopos, mantener la banda vegetal y triturar los tocones y en los años siguientes, hasta 400 euros por hectárea en concepto de labores de tierra, poda y triturado de restos de poda.

«La madera de chopo es un producto muy valorado, con una gran demanda», explicó Patricia Gómez. La creación de una agrupación de productores es una gran oportunidad para la provincia de Granada de generar riqueza con un recurso natural que tiene grandes ventajas medioambientales, ya que las choperas son filtros verdes: capturan dióxido de carbono atmosférico, funcionan como depuradoras naturales que filtran las aguas contaminadas por la agricultura, son hábitat para la avifauna y «regulan el clima al dar sombra y refrescar la temperatura».

También podrán sumarse a la agrupación aquellos propietarios de la provincia que quieran adherirse pero tengan sus árboles ya plantados, dado que, hasta la siguiente corta, podrán adecuar su producción a una gestión sostenible y entrar en el mercado voluntario de emisiones, el llamado ‘carbon farming’, es decir, recibir dinero por el dióxido de carbono capturado por sus cultivos, unas 22 toneladas por hectárea.

La gerente de COSE, quien destacó «el entusiasmo y la ilusión» que ha encontrado en los propietarios granadinos, recalcó que trabajar de manera colectiva permitirá a los productores ahorrar costes y disminuir riesgos, especialmente con el amparo de la financiación europea y el respaldo de las instituciones locales, y ofrecer una producción estable y de calidad que podría atraer a una industria transformadora de madera de chopo de kilómetro cero.

En el mismo sentido se manifestó Joaquín Garnica, director general de Bosques y Ríos, una empresa con 25 años de experiencia que gestiona, mediante diversas fórmulas de colaboración con 650 propietarios de tierras, 1.700 hectáreas de choperas en las cuencas del Duero y el Ebro, cuya producción vende a la compañía riojana Garnica, líder mundial en la industria del contrachapado.

Joaquín Garnica, que ofreció este martes un taller de poda a los propietarios interesados, en cooperación con María Ángeles Ripoll, investigadora del Ifapa, y la empresa local Agroservicios Hijo Celedonio, explicó que mediante la selección genética y los cuidados adecuados se busca obtener troncos rectos, de un grosor suficiente y sin nudos, que tienen una excelente salida en los mercados internacionales.

Esta madera es ahora mismo muy valorada, por la extraordinaria capacidad de crecimiento del chopo –que alcanza la madurez en solo 15 años– y la blancura, ligereza y facilidad de mecanización de la madera, muy demandada en la fabricación de mobiliario, decoración y en automoción, por ejemplo, en barcos, trenes y caravanas.

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