#26M: Combatir el tráfico y peatonalizar el centro, entre las soluciones a la contaminación de los principales partidos

#26M: Combatir el tráfico y peatonalizar el centro, entre las soluciones a la contaminación de los principales partidos

  • La creación de pulmones verdes en la ciudad o el avance hacia la propulsión eléctrica de los autobuses urbanos también se encuentran entre las líneas programáticas de los partidos 

La mala calidad del aire en Granada es uno de los problemas más acuciantes que atraviesa la capital y el área metropolitana, fomentada principalmente por la creciente densidad de tráfico y la orografía de ‘olla a presión’ del entorno urbano que atrapa gases contaminantes, partículas o nitrógeno, altamente perjudiciales para la salud.

Las soluciones contra la polución ocupan ya más espacio en las líneas programáticas de los partidos que aspiran a gobernar desde la Plaza del Carmen tras las elecciones municipales del ’26M’, caso contrario a comicios anteriores, en los que la lucha contra la mala calidad del aire quedaba en segundo plano.

Prácticamente todos los partidos coinciden en dibujar planes similares: ampliación de zonas verdes, progresivo avance hacia una ciudad limitada al tráfico de vehículos privados, mayor eficiencia del transporte público y planes conjuntos con los municipios del cinturón, que mueven gran parte del tráfico.

Ya desde el Gobierno municipal, el PSOE de Paco Cuenca situó la cruzada contra los motores de combustión -diésel y gasolina- en el eje de sus proyectos, con la presentación en noviembre del pasado año de una política de movilidad que cerraría, a partir de 2025, el centro «ampliado» -incluyendo Albaicín, Ribera del Genil, Camino de Ronda y Fuentenueva- a los vehículos diésel y gasolina.

De forma más inmediata, el equipo de Cuenca ha aprobado la conversión total de las calles de la ciudad a la ‘Zona 30’, que limita la velocidad «con fines medioambientales» a 30 km/h, medida de cuestionable repercusión sobre la calidad del aire, como analizó La Voz de Granada el pasado 13 de abril.

En la batería de promesas de cara al ’26M’, el candidato socialista que aspira a continuar como alcalde se comprometió, en el mitin de apertura de campaña del Zaidín, a trabajar por la «ciudad verde» gracias a la plantación de «al menos 3.000 árboles» que mejoren la calidad del aire, así como a avanzar en la peatonalización del centro, en detrimento del tráfico rodado.

El PP de Sebastián Pérez entiende que su ‘macroproyecto’ de conducto subterráneo de 4 kilómetros entre el norte y el sur de la ciudad aliviaría el tráfico en superficie y mejoraría los niveles de contaminación, pese a que ningún experto ha confirmado todavía que introducir los vehículos en un túnel bajo superficie contribuya a terminar con las emisiones que producen los motores.

Por su parte, el portavoz de la campaña municipal, César Díaz, indicó, en la presentación de esta propuesta de movilidad, que en 2018 Granada había “rebasado nuevamente los niveles permitidos de dióxido de nitrógeno y partículas en suspensión”, siendo “junto con Madrid y Barcelona una de las ciudades con mayor contaminación”. “El transporte emite el 51 por ciento de esa contaminación”, prosiguió, asegurando que “si fuéramos capaces de reducir 1.000 vehículos en movimiento en el centro reduciríamos 150 toneladas de CO2 y, si hubiésemos sido capaces de cambiar 5 autobuses de la flota de Granada a autobuses eléctricos, habríamos reducido 400 toneladas de CO2”.

César Díaz no coincide en este análisis de reducción del tráfico con el recién elegido senador por Granada en la formación popular, Vicente Azpitarte, que en declaraciones a La Voz de Granada aseguró que para combatir la contaminación «no se puede restringir la libertad de los ciudadanos a usar su coche», añadiendo que el problema de la polución no está en los vehículos sino «en las calderas».

Desde Ciudadanos, Luis Salvador ha proyectado un ambicioso plan de plantación de 35.000 árboles que ampliarían las zonas verdes de Granada.

Los ejes programáticos de los naranjas en el campo medioambiental se enmarcan en el capítulo ‘La Granada Moderna’, dentro del que defienden la proyección de aparcamientos disuasorios a las afueras de la ciudad, coordinados con una mejora del transporte público que permita reducir «de forma drástica» el paso de coches por el centro.

Al igual que PSOE y PP, la formación liberal establece gran parte de sus líneas de acción contra el tráfico privado solo en el centro de la ciudad. Ciudadanos recoge también la puesta en marcha de «cláusulas medioambientales» en las contrataciones del Ayuntamiento con empresas «por la mejora de la calidad del aire, por una gestión de los residuos más sostenible y por la recuperación e integración ambiental y paisajística de los ríos en la ciudad».

Además, al igual que los socialistas, entienden que se deben articular políticas coordinadas con el área metropolitana mediante «la revisión del Plan de Ordenación Territorial de la Aglomeración Urbana (POTAUG) para convertirlo en un instrumento no solo de protección, sino en marco del desarrollo y despegue de nuestra área, planificando nuevas zonas de uso verde y público con respeto a la protección paisajística y agrícola», expresan.

Podemos IU Adelante, la confluencia de izquierdas de Antonio Cambril, basa sus ideas medioambientales en el «Anillo Verde», la gran circunvalación peatonal rodeada de árboles que plantean para el cinturón y el núcleo urbano de Granada.

La candidatura ubica igualmente una apuesta por la propulsión híbrida o de gas natural en la flota de autobuses urbanos, acompañada de la retirada de todas aquellas unidades que tengan más de diez años, debido a su altos niveles contaminantes.

Para la confluencia, esta apuesta debe ir completada con aparcamientos disuasorios en las principales entradas de la zona norte y sur de la ciudad, mediante un convenio con los ayuntamientos del área metropolitana, así como «estudiar una mayor peatonalización del centro histórico».

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