A juicio por presuntamente conducir bajo los efectos de las drogas y matar a un motorista

A juicio por presuntamente conducir bajo los efectos de las drogas y matar a un motorista

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Granada tiene previsto acoger, desde este lunes y hasta el martes 18 de febrero, en su sede de la Real Chancillería, el juicio por la fórmula del jurado popular contra el acusado que, supuestamente bajo los efectos de las drogas, habría embestido a un motorista cuando conducía de madrugada por la A-92, sin pedir asistencia médica para él, que finalmente falleció.

Según hace constar la Fiscalía en su escrito de acusación provisional, al que ha tenido acceso Europa Press, el acusado, con antecedentes penales no computables a efectos de reincidencia, supuestamente circulaba con su coche a la altura del kilómetro seis de la A-92 cuando atropelló al más tarde fallecido, que se encontraba circulando con un ciclomotor «correctamente pegado al borde derecho del carril derecho», con las luces conectadas, y que conducía con casco.

Según la Fiscalía, el acusado, a consecuencia de la intoxicación por la previa ingesta de drogas, carecía de la capacidad de atención y percepción necesaria, por lo que no se percató de la existencia del motorista en el carril derecho.

El acusado «embistió al motorista por detrás con la parte frontal de su coche sin realizar ningún tipo de frenado o evasiva de la colisión, golpeando al motorista con tal fuerza que éste salió despedido del ciclomotor hasta golpearse con una señal vertical existente en la vía a 39,60 metros del lugar del impacto, saliendo el ciclomotor igualmente despedido hasta una distancia de 24,40 metros del lugar del impacto», asegura el escrito.

Según la Fiscalía, tras el accidente, el procesado «continuó su marcha sin detenerse en el lugar a pesar de ser consciente del atropello realizado y de la situación de riesgo vital en que necesariamente tuvo que quedar su conductor tras el brutal impacto; no solicitando en ningún caso asistencia sanitaria».

Pocos minutos después, dos agentes de la Guardia Civil se personaron en el lugar al comprobar cómo una furgoneta de mantenimiento de la vía se encontraba recogiendo plásticos en el suelo y al ver al acusado detenido en la carretera con su vehículo y llamando a la grúa ya que, según les indicó, «tenía una avería».

Junto al acusado se encontraba otra persona, que se encontraba regando en la zona, y que escuchó un golpe, y al acercarse se encontró con el procesado, que «llegaba corriendo desde el lugar del accidente y quien le pidió que llamara a una grúa por, según dijo, tener una avería».

«A una distancia de 300 metros de ese lugar, uno de los guardias civiles localizó el ciclomotor dañado, y a unos metros más adelante al accidentado, abandonado en la vía junto a la señal de tráfico, respirando y con pulso», asegura el escrito.

Pese a que la Guardia Civil procedió a solicitar asistencia médica, el motorista falleció antes de este pudiera ser atendido por los servicios sanitarios.

El escrito también destaca la presencia de un testigo en la zona que escuchó al motorista pedir auxilio «hasta en tres ocasiones», pero que no pudo ayudarle «por estar fuera de las vallas de la carretera».

El procesado fue requerido para someterse a una prueba salival de comprobación de presencia de sustancias estupefacientes, psicotrópicas y drogas tóxicas, que dio resultado positivo, confirmándose la presencia de cannabis, cocaína y anfetaminas en el organismo del acusado.

Por estos hechos, la Fiscalía acusa al procesado por la presunta comisión de los delitos de homicidio imprudente y contra la seguridad vial, y de omisión de deber del socorro, por los que pide dos penas de cuatro años por cada una, sumando ocho en total, y también la condena a ocho años de prohibición de conducción de vehículos a motor y ciclomotores.

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