Un Poe de verano

Pues naaaada, aquí estoy leyendo los Cuentos Macabros de Poe. Siempre me ha sorprendido lo gráfico, explícito y gore que es y me gusta pensar que tendría acojonados a todos los de su época… Pensar… yo solo puedo pensar en comida ¡Qué hambre! Poe tan trágico, con tan mala leche, tan gótico…. ¡Coño, qué hambre! ¡No puedo escribir! Esto del ayuno intermitente me va a matar. Dieciséis horas sin comer así por gusto, teniendo comida, la verdad es que pensado fríamente es de ser gilipollas: no comer teniendo el congelador lleno de polos y hambre, que falta de respeto al resto de la humanidad. Y ¿por qué? Porque hay algún ser, persona, cosa o ente, seguramente con el síndrome de Paquirrín, que decidió que en verano hay que estar delgado y moreno, sin vello, sin celulitis, sin estrías… en resumen sin vida.

Lo peor de adelgazar es que te quedas sin tetas; porque claro las tetas es lo primero que se pierde y lo de estar plana tampoco puede ser, tampoco gusta. Aquí hay que estar como un palillo pero tener las tetas de la Anderson y el culo de la Kardashian. Ni un pelo en tu tersa y virginal piel, que eso está muy feo. Y por supuesto la blancura nuclear está prohibidísima y la gente se cree con el derecho de decirte lo lechosa que eres y si no te maquillas de comentarte lo pálida y lo enferma que pareces. A ver, para todos los gilipollas varios antes de que me lo digáis: soy rubia y blanca, no me pongo morena aunque vaya a la playa y me tire dos horas al sol haciendo la croqueta. Soy así y me gusta y si tenéis algún problema podéis hablarlo con mi culo. ¡Que ya está bien!
Pensaba que a estas alturas de la vida me iba a dar igual todo, pero no; todavía no me pongo algunas cosas porque me da vergüenza: me da vergüenza que se me vean las piernas blancas, me da vergüenza que se me vean los lunares, me da vergüenza ponerme al sol por si se me ve algún pelillo, me tengo que comprar bañador para que no se me vean las cicatrices varias del pecho o de la cesárea… y lo que más me fascina es que habitualmente la gente que te resalta estas cosas es alguien que le da un susto al miedo pero que se cree con la potestad de opinar sobre tu cuerpo y tu aspecto sin mirar el suyo… porque si lo mirara… El síndrome de Paquirrín, lo que yo os diga: calvos, obesos y feos pero opinando sobre el físico de los demás y pensando que ellos se merecen una supermodelo. ¡JA!

Siempre hay que estar perfecta y maquillada y pasar el día sudando como un pollo y viendo como el maquillaje se te va desintegrando por el canalillo y luego levantarte con la pintura corrida de la siesta a lo It. Todo esto por no hablar de lo que cuesta sacar el rímel de la almohada y de las toallas, sobre todo si son blancas. Algunas veces cuando coloco las toallas me da apuro ponerlas por si viene alguien y se piensa que se está secando con las toallas de haberme limpiado el culo… Hay miles de estúpidos anuncios que te dicen que puedes evitar el efecto “oso panda” de desmaquillarte con sus productos, pero me rio yo… eso es porque esas modelos no usan rímel del chino, de ese que está hecho con Super Glue para luego no poder quitártelo en la vida a no ser que te quedes pestañicalva.

Los que somos blancos ya sabemos que somos blancos, al que le sobran los kilos ya sabe que le sobran los kilos, el que tiene una cicatriz sorprendentemente ya sabe que la tiene…. No hace falta que vayáis dando vuestra mierda de opinión sobre todo, que en el Ikea están los espejos muy baratos. No nos interesa. Dejad que la gente sea feliz. ¿Alguna vez habéis probado a hacer lo contrario? ¿A decirle a alguien lo que te gusta de él y no a sacarle los supuestos defectos?

En resumen que cuerpo solo tenemos uno al que hay que cuidar y proteger y vida también, y es una tontería pasarla sufriendo por lo que opinen los demás. Disfrutad de la celulitis, de los kilos de más, de la blancura, de las pecas, de los lunares, del vello, de las cartucheras, de las estrías, de las manchas en la piel, de las cicatrices…. Porque aunque no os lo creáis, son vuestras y debéis estar orgullosos de ellas. Si te gustas tú ¿qué importa lo que piensen los demás? Venga a la calle a deslumbrar a los viandantes con la blancura fantasmal y las cartucheras aniquilantes.

Repetid conmigo: me gusto y me quiero. Me gusto y me quiero. Me gusto y me quiero.

Pd. A todos los que se metían conmigo en el cole por ser blanca, y me hacían pasar horas intentando ponerme morena jodiéndome la piel, os mando a la mierda desde aquí con muchísimo cariño. Seguramente la mitad estaréis calvos, obesos y con el síndrome de Paquirrín.

Pd 2: Leed a Poe, que es un escritor extraordinario.

 

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