Una semana de desencuentros, pactos fallidos, mentiras y mociones de censura

Una semana de desencuentros, pactos fallidos, mentiras y mociones de censura

  • Siete días después del primer día de Luis Salvador como alcalde, el consistorio granadino afronta su situación más inestable

Una semana da para mucho, pero difícil era imaginar que para tanto. El pasado domingo era el primer día de Luis Salvador al frente de la Alcaldía de Granada tras haber sido investido en la jornada anterior y todo parecía tan estable como idílico, más allá de un Sebastián Pérez que por entonces ya se intuía en la cuerda floja con algunos de los componentes del PP pidiendo que se prescindiese de él.

Ciudadanos, Vox y PP se apoyaban entre sí y solo restaba ver cómo se iban a repartir las concejalías y qué puntos del programa de cada partido serían los elegidos para ser llevados a cabo. Bajo este panorama, Paco Cuenca quedaba inevitablemente condenado a la oposición pese a que la del PSOE fuese la lista más votada. No le quedaba otra más que resignarse al entonces -y ahora, aunque quién sabe en un futuro- exalcalde de Granada.

Poco tardó en desmontarse el escenario de este peculiar teatro. Comenzó haciéndolo con la duración de la legislatura. Los populares aseguraron que serían dos años para Luis Salvador y otros dos para Sebastián Pérez, mientras los naranjas defendieron desde el primer momento que no habría alternancia en el poder, su candidato estaría en el poder durante los cuatro años.

Abierta la primera vía, apareció la segunda. Lo que se suponía que era un pacto entre tres partidos pasó a ser entre PP y Ciudadanos, excluyendo a Vox de las reuniones y el equipo de Gobierno, algo que no gustó especialmente en la formación de extrema derecha. Este malestar, una chispa por entonces, es a día de hoy un fuego difícil de sofocar.

Con el paso de los días, las discrepancias en torno a la duración de la legislatura de Luis Salvador fueron haciendo más grande la brecha entre los dos partidos que hasta el momento habían parecido inseparables. Fue entonces cuando acordaron reunirse en Madrid con miembros del partido a nivel nacional para estrechar lazos y acordar el que sería el futuro Gobierno de Granada, o al menos así lo anunció el número uno de la lista de Ciudadanos en la ciudad de la Alhambra.

No fue así, sino todo lo contrario. Las negociaciones encallaron casi tan pronto como comenzaron. Luis Salvador y Fran Hervías defendían los cuatro años para el de Ciudadanos, mientras que los populares reclamaban un 2+2 que, aseguraban, se había pactado poco antes de la votación del pasado día 15. Aunque Sebastián Pérez estaba presente entonces, la negociación de Teodoro García Egea se encaminaba más bien hacia la idea general de que esos últimos años de la legislatura fuesen para alguien del PP, no necesariamente el cabeza de lista para las municipales.

Paralelamente, desde Vox amenazaban con promover una moción de censura en caso de que el partido de Luis Salvador no les otorgase alguna concejalía. Según la formación de extrema derecha, esto era algo acordado y debía respetarse, o pasarían a apoyar a Cuenca como alcalde para luego estar en la oposición. Al malestar por las continuas negaciones del líder de Ciudadanos sobre si permitiría a Vox entrar en el equipo de gobierno se sumó la reunión a dos bandas en la que se excluyó a la formación liderada en Granada por Onofre Miralles.

Así las cosas, a mediados de esta semana la situación implicaba que Ciudadanos ostentaba la alcaldía, personificada en Luis Salvador; sus socios, distanciados ya de ellos, exigían cada uno una cosa y aseguraban que se habían acordado cláusulas que la formación naranja negaba. Tres partidos, cada uno con su versión, y no todas pueden ser ciertas.

Discrepancias en lo acordado

La mentira más obvia se encuentra en la duración de la legislatura. Mientras unos aseguran que el acuerdo es de 2+2, otros cierran filas en torno a los cuatro años. Obviamente, una de las dos formaciones miente, si bien no se ha mostrado el acuerdo firmado que permita conocer cuál de ellas.

En cualquier caso, una sí que se ha desmentido a sí misma. Se trata del Partido Popular, cuyo portavoz, César Díaz, aseguró hace escasos días que no se había acordado la constitución de una comisión provincial para acabar con la tutela de Madrid y poder negociar las condiciones del Gobierno de Granada. Curiosamente, un comunicado emitido por su propio partido días atrás sí que confirmaba que se había firmado la formación de esta comisión.

La otra discrepancia se encuentra en el rol de Vox. Los de Onofre Miralles afirman que se les prometió formar parte del equipo de Gobierno de la ciudad, aunque Ciudadanos ha cerrado filas desde el primer momento para asegurar que no tendrán ningún tipo de representación. La mayor concesión hasta la fecha fueron unas declaraciones de Luis Salvador en las que aseguraba que habría que ver la forma de alcanzar un acuerdo para que todos los partidos estuviesen contentos, aunque también repetía por activa y por pasiva que los de extrema derecha no tendrían ninguna concejalía. En contraparte a la postura de la formación naranja estaría el escaso beneficio de Vox en caso de que el acuerdo fuese como ellos aseguran, lo que no garantizaría el pacto que tuvo lugar.

También hay desacuerdos en otros aspectos que, si bien no se remiten a lo firmado, podrían incluso tener más importancia. Se trata de las conversaciones entre ambas formaciones. Desde el PP aseguran que todo está exactamente igual que el jueves, mientras que Luis Salvador se atrevió a asegurar que el lunes o martes de la semana que entra estará todo definido en el consistorio porque estas negociaciones están muy avanzadas.

Una segunda moción de censura amenaza a Ciudadanos

Según indica el diario Ideal, desde el Partido Popular se estarían planteando la opción de apoyar a Cuenca en una hipotética moción de censura contra Luis Salvador. En el PP entienden que se ha acordado la alternancia en el poder, por lo que su incumplimiento les llevaría irremediablemente a dar su apoyo al cambio en el equipo de Gobierno, aunque eso implique aupar a su propio enemigo.

De ese modo, la amenaza se cierne así por segunda vez sobre Ciudadanos. La primera ya la lanzó Vox mediante Macarena Olona, unas declaraciones a las que luego se sumó Onofre Miralles en clave taurina para recordar a Luis Salvador que «en Granada hay tres pañuelos verdes y sabemos usarlos».

CATEGORÍAS

COMENTARIOS

Wordpress (0)
Disqus ( )