Granada en Andalucía, Andalucía en España

En cierta ocasión, un periodista extranjero le preguntó a Federico García Lorca si era gitano, a lo que este respondió: “soy un andaluz del Reino de Granada”. Me sumo a esta declaración. Tal y como ya señalé en otro artículo, me declaro granadino, lo cual para mí engloba ser andaluz, español y europeo por igual.

Desde la unificación de la mayoría de los reinos de la Península Ibérica (salvo Portugal) bajo las coronas de Castilla y Aragón, la configuración política-territorial de España ha ido evolucionando hasta alcanzar la actual estructura establecida en el marco de la actual Constitución Española de 1978.

Durante el Antiguo Régimen (desde el siglo XVI hasta comienzos del siglo XIX), el actual territorio de la Comunidad Autónoma de Andalucía estaba dividido en los Reinos de Córdoba, Granada (que integraba aproximadamente las actuales provincias de Almería, Granada y Málaga), Jaén y Sevilla (que incluía aproximadamente las actuales provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla).

En el ajetreado siglo XIX, con las constantes luchas entre liberales y reaccionarios, se introduce la provincia como unidad administrativa.

La actual estructura en provincias se implanta en 1833, siendo obra del motrileño Javier de Burgos. Dividía el territorio español en 49 provincias a partir de un criterio racional (siguiendo el modelo francés), con un tamaño relativamente homogéneo y eliminando la mayor parte de los exclaves y enclaves propios del Antiguo Régimen. A su vez, agrupaba las provincias en regiones con un carácter meramente clasificatorio, sin reservar para estas ningún tipo de competencia u órgano administrativo o jurisdiccional común a las provincias que agrupaban. En esta configuración las actuales 8 provincias andaluzas estaban integradas en la Región de Andalucía.

Durante la segunda mitad del siglo XIX se llevan a cabo varios intentos de modificar la estructura regional (no la provincial) de España, aunque ninguna llega a fructificar debido a los constantes vaivenes políticos. En casi todas las propuestas de reformas, la Región de Andalucía se dividía en dos regiones diferencias con capitales en Sevilla (Región de Andalucía o de Andalucía Baja) y Granada (Región de Granada o de Andalucía Alta).

Es decir, la actual división político territorial de España es prácticamente la misma que la aprobada en 1833.

En la actualidad hay algunos colectivos, que desde posiciones absolutamente legítimas y con criterios en algunos casos acertados, promueven la creación de la Región del Reino de Granada como nueva Comunidad Autónoma, de forma separada a Andalucía, y dentro del estado español. Es lo que han venido a denominar el “GranadExit”, en alusión al Brexit británico.

Esta nueva región integraría las actuales provincias de Almería, Granada, Jaén y Málaga.

Los promotores de este movimiento consideran que la creación de ésta nueva entidad política permitiría devolver a Granada a la posición central que tuvo en el pasado, y así alcanzar los niveles de desarrollo y prosperidad que nos merecemos.

Personalmente estoy en contra de la creación de la Comunidad Autónoma del Reino de Granada

En primer lugar, mirar al pasado añorando un pasado mitificado no es la solución para la construcción del futuro. La posición actual de Granada, en gran parte es culpa de los propios granadinos, sin absolver de culpa a otras ciudades y provincias que han sabido jugar mucho mejor sus cartas, o a determinadas instituciones políticas más preocupadas en sus intereses espurios.

Sin duda, si se creara esta región de Andalucía Oriental, la capital recaería en Málaga, pasando Granada a ser una ciudad subalterna a esta. Incluso Almería tiene mucho más dinamismo que Granada.

Por otro lado, la creación de una nueva comunidad autónoma solo significaría un incremento del gasto público improductivo (gobierno, parlamento, incremento del tamaño de la Administración Pública, empresas públicas, “chiringuitos” asociados) y no conlleva una mejora de la gestión de los recursos públicos.

Desde mi punto de vista, habría que reducir el número de comunidades autónomas y de municipios, y eliminar las arcaicas Diputaciones Provinciales. También haría desaparecer al Senado y los Consejos Consultivos y de Estado, órganos inútiles donde los haya.

Esta reconfiguración de la estructura política-territorial de España, basada en criterios de eficacia poblacional y geográfica, y con una redistribución de las competencias que cada nivel administrativo ostenta, permitiría la liberación de recursos económicos que puedan ser utilizados para mejorar los servicios públicos o para reducir los impuestos, facilitando una mayor actividad económica y por ende la creación de riqueza para el conjunto de la sociedad.

A este hilo, le doy la bienvenida a la creación de la plataforma apartidista“La Gran Granada”, la cual promueve la fusión de los 44 municipios del Área Metropolitana de Granada en un solo municipio. Sin duda permitiría mejorar el funcionamiento del área con un beneficio real para todos los ciudadanos (servicios sociales, movilidad, medio ambiente, etc).

Desde aquí les invito a sumarse a ella. Yo ya me he sumado.

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COMENTARIOS

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    Francisco José Aparicio 1 año

    Magnífico artículo de César Robles. Por fin una idea clara de lo que realmente es importante para nuestra provincia LA GRAN GRANADA, enhorabuena.

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    En definitiva, tenemos que seguir aceptando el hecho de que somos andaluces por la gracia de un motrileño afrancesado y seguir permitiendo el ninguneo, aculturizacion, maltrato político, trabas, falta de infraestructuras que nos llegan del poniente y que tenemos que tragar como lo haces tú. Viva graná miarma.

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