La sonrisa amortizada de la alcaldesa

Han bastado cuatro meses para considerar amortizada la sonrisa, esa permanente sonrisa, que acompaña siempre y en todo momento y lugar, a la alcaldesa de Granada. Partiendo de la base, como ya he escrito en más de una ocasión, de que reír es un sanísimo ejercicio que debería ser más y mejor ejercido por la población en general, y por la llamada clase política en particular, creo que las personas responsables políticas han de procurar que su imagen, incluso su labor, no esté permanentemente asociada a una sonrisa, la mayor parte de las veces, claramente forzada y artificial. Porque en poco tiempo, queda amortizada, como creo que es el caso.

Porque todo se pretende esconder tras dicha sonrisa. Porque la carta de presentación no debe ser siempre la sonrisa , que pretende trasladar sensación de cercanía y cordialidad, incluso de empatía permanente, y que a veces transmite una repetitiva sensación de indiferencia, de estar o de ser por el hecho de estar o de ser, sin más. Ocupar el lugar que corresponde a la alcaldía, o que se ocupa sin que corresponda, por el hecho de ocuparlo. Ejemplos ha dado nuestra alcaldesa en los escasos 4 meses que lleva ocupando tan alta responsabilidad.

No creo que sea para sonreír el hecho de que la gestión económica-financiera de la estación de Sierra Nevada se traslade a las dependencias centrales de la Junta de Andalucía. Y mucho menos, por parte de la alcaldesa, miembro de un partido que ha vociferado, gesticulado y exteriorizado de manera sonora al respecto de la gestión «genuinamente» granadina de la citada estación. Tampoco creo que sea para sonreír la tozuda constatación de que el PP, a través de sus diversos responsables, clama frente a supuestos traslados de la gestión de la Junta desde Granada hacia Sevilla, y sean precisamente ellos y ellas, quienes sin ningún pudor los llevan a cabo cuando gobiernan. En este caso, ni siquiera la sonrisa de la alcaldes logra tapar la incongruencia política a la que asistimos, ni, desde luego, consigue eclipsar el hecho de que la alcaldesa perdió una gran oportunidad de mostrarse, siquiera, mínimamente reivindicativa ni defensora de la ciudad que supuestamente «eligió». Declarar públicamente que estamos ante un mero ejercicio de mejora de la eficacia administrativa y punto, denota una falta de compromiso importante, por mucha sonrisa que se ponga en el intento.

Tampoco parece motivo de mucha sonrisa, el anunciado varias veces y ya a punto de realizarse (BOJA en mano) desmantelamiento de la Escuela Andaluza de Salud Pública, buque insignia de la investigación sanitaria en nuestra Comunidad, con sede en Granada, para proceder a su traslado a Sevilla, enmarcado en la creación de un nuevo ente administrativo, cuya principal característica va a ser su mayor facilidad para privatizar servicios y estudios, despojando de capital (humano y económico) público al nuevo ente, que se establecerá en Sevilla. Ocasión va a tener la alcaldesa en el próximo Pleno municipal, de tornar su sonrisa en reivindicación y firmeza frente a esta decisión de su líder Juanma. Aquí no valen medias tintas. O se dedica a defender a la ciudad que dicen que «eligió» o se dedica a blanquear los desmanes de la Junta de Andalucía. Ni tampoco es un asunto a despachar sonriendo. Veremos.

Por no hablar de la falta de instinto político que ha demostrado la alcaldesa con motivo de la Cumbre Europea celebrada recientemente en nuestra ciudad. Reclamar, sin más, un protagonismo que no le corresponde, sin ofrecer como contrapartida, al menos, algún gesto municipal de

compromiso con los ideales europeos o la puesta a disposición de algún elemento de la ciudad para enriquecer la celebración de la cumbre, acredita que, al margen la sonrisa, la alcaldesa carece de la altura institucional y política que el cargo demanda. Ha habido quien ha manifestado que hubiera bastado colocar en el balcón del ayuntamiento, además de en otros lugares emblemáticos de la ciudad, alguna bandera europea, además de, por ejemplo, ofrecer a la orquesta Ciudad de Granada para un breve concierto con motivo de alguno de los actos de la cumbre en Granada. Sin duda, su «demanda» de protagonismo en la cumbre hubiera tenido mejor acogida con estos simples gestos. Pero no, para la alcaldesa y para el PP, era más rentable (eso han creído) buscar excusas de infante y mostrar el enfado de quien es mal jugador, con tal de buscar una excusa con la que arremeter, sin lograrlo, frente al éxito de la cumbre. Pero sin perder la sonrisa.

Insisto, considero que demasiado poco tiempo en el cargo, para haber amortizado la sonrisa ya. El futuro nos irá deparando, sin duda, nuevos atributos y características que adornen a la alcaldesa. Esperemos y deseemos que éstos tengan que ver con la capacidad de gestión y de defensa de los intereses de Granada, que falta hace.

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COMENTARIOS

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    Manuel 6 meses

    Además las promesas de Carazo eran claras, ahí está la hemeroteca, respecto de la defensa de la ciudad estuviese quien estuviese en los gobiernos. Por el momento se ha dejado bilar la gestión de la Alhambra, la de Sierra Nevada y la de la EASP , que debería haber defendido para Granada al igual que el ISA, si no hay más remedio. si alguién piensa en Granada la imagen es La Sierra, la Alhambra y la fuerza de cohexión que le da la pujante investigación, la ciencia, laIA etc de esta ciudad, en la que se encuentra el Parque de las ciencias y la EASP.

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